Roberto Javier Palacios Melo, con sus 24 años, oriundo del Estado Aragua, cuna de toreros de estirpe y gloria, tiene la firme convicción de hacerse matador de toros, desde el momento que se vistió por primera vez con traje de luces para hacer el paseíllo en la Maestranza “César Girón” de Maracay y desde ese día que no olvida, el 25 de marzo de 2002, comenzar la dura carrera de novillero, soslayando tropiezos, aguantar la escasez de novilladas en el país, pero sin desanimarse ante el reto que en Venezuela, significa tener vida de novillero y alcanzar con las de la ley, la alternativa como matador de toros.
-Percatándonos en su mirada, la ilusión de ser matador de toros, cuando el tiempo así lo disponga y el rodaje haya sido suficiente para la alternativa, le preguntamos a Javier ¿qué se siente ser novillero en este país cuándo no hay oportunidades para mostrarse?
Se siente de lo mejor, es una ilusión muy fuerte, se lleva en la sangre, auque los novilleros en Venezuela no tenemos muchas oportunidades de demostrar el oficio pero igual me siento bien, de ser venezolano y formar parte de la cantera taurina del Estado Aragua, representar a mi Estado y a mi país en esto del toro, cuando se lleva la pasión muy dentro de uno y aunque no lo crean, el novillero es una de las piezas mas importante en el mundo del toro, porque esa es la semilla que crece para formar nuevos valores en cualquier país, lástima que aquí no quieran echarle agua para que crezcan, se fortalezca como debe ser la fiesta brava.
-Preciso y seguro de lo que está diciendo, sin temor alguno, ¿entonces con esa óptica que tú tiene quién es el culpable de que no se dén novilladas con regularidad en Venezuela?
Las novilladas no se dan en Venezuela por culpa de los ganaderos y empresarios taurinos, que no toman interés en nosotros, cuando alguien se atreve a organizar una, a los ganaderos se les abren las agallas, venden caros los novillos y eso da pié a que los empresarios no apoyen las novilladas por los costos tan elevados del ganado.
Los empresarios con decir que no montan festejos menores por lo caro que están los novillos y de que el público no van a las novilladas, esgrimen las excusas a su modo de ver, en perjuicio de todos los novilleros venezolanos, que muchas veces casi les rogamos para que nos dejen torear en sus ganaderías, casi de limosna.
Y eso de que el público aficionado no va a las novilladas, pues como van a ir, se dan pocas y cuando las dan, no hacen buena publicidad del festejo y sí la hacen, la promocionan una semana antes de la novillada, con precios algo exagerados y por eso no viene la afición a apoyar los festejos menores.
Espero que esto que le digo, no sea tomado por empresarios y ganaderos, como una excusa para actuar con retaliación y venganza, porque se les dice la verdad y se hagan los musiú, nos echen en el saco del olvido, no nos apoyen, es una verdad generalizada en todo el país.
-Es una cruel realidad la que nos expresa Javier Palacios, quién igual expresa que todo ello, no lo desanima en su lucha para hacerse matador de toros, “algún día seguro y convencido estoy lo lograré” y ante esa premisa le preguntamos ¿qué consideras tú debe ser la prioridad y/o requisito de un novillero venezolano para tomar la alternativa como matador de toros?
Bueno a mi modo de ver, considero que la prioridad o requisito que debe cumplir un novillero en nuestro país para tomar la alternativa como matador de toros, es tener primero, condiciones, rodaje y madurez, que lógicamente se alcanza a lo largo de la carrera noveril; segundo, que los empresarios taurinos nos dén el apoyo necesario para la ceremonia del doctorado y tercero, que el apoderado vea, como debe ser y suma responsabilidad, el momento oportuno para tomar el grado superior y no empuje al novillero cuando aún no está debidamente preparado, ni siquiera bien cuajado, porque para mí, lo más hermoso que se puede tener como novillero, es ese día cuando se alcanza la alternativa, un día que queda marcado en uno mismo para toda la vida.