Comienzo por darte las gracias, estimado Juan José, por tomarte el tiempo de contestar esta corta entrevista con la que pretendo aclarar el porqué de tu súbita desaparición de los ruedos ecuatorianos. En alguna conversación informal que tuvimos un día, me contaste que tenías también, raíces colombianas, de ahí que no sorprenda el verte cumpliendo tu labor en esa tierra.
La ilusión y la mejora le llevó a Colombia
-Tu desaparición de los ruedos ecuatorianos coincidió con mis problemas de salud, de ahí que haya pasado tanto tiempo antes de decidirme a preguntarte las razones que te alejaron del entorno taurino ecuatoriano.
Y me alegro de todo corazón que ya estés mejor de salud, y que podamos estar en contacto.
-Siempre consideramos que eras uno de los subalternos más completos del país. Tal como recordamos, caminabas con planta firme en tu profesión. Sin duda te encaminabas a ocupar un lugar importante en el escalafón de plata del país; pero, súbitamente te ausentaste de Ecuador para comenzar a mostrarte en los ruedos colombianos, ¿qué motivó tu cambio de país?.
Muchísimas gracias por esas palabras María. Tomé la decisión de venir a Colombia, la cual me costó mucho, ya que tengo nacionalidad colombiana, puesto que mi madre es colombiana; la decisión la tomé por querer dar un paso hacia adelante en mi profesión, por crecer profesionalmente. Colombia es un país mucho más taurino, es más extenso que Ecuador, razón por la cual se dan muchos más festejos.
-¿Has encontrado muchas diferencias, en lo que a tu profesión se refiere en Colombia, cuáles?
Claro que sí, hay mucha competencia, hay que estar muy preparado, hay mucha exigencia.
Juan José de goyesco
-En este tiempo fuera del Ecuador, ¿cuáles consideras tus mayores triunfos y qué es lo que más añoras de esta tierra, en lo taurino se entiende?
No los llamaría triunfos, más bien, logros. El ser profesional en Colombia es uno de ellos, tuve que dar un examen, banderillear 5 toros, abriendo y cerrando el tercio y lidiar un toro, esto fue en Bogotá; el primer toro de la tarde me cogió de una manera muy fea, me lastimó la cara y me golpeó la espalda, me logré sobreponer a todo eso y, aunque no fue una de mis mejores tardes el jurado decidió aprobar mi examen y otorgarme el carnet de banderillero profesional colombiano; a los quince días de esto toreando en la ciudad de Palmira un novillo me propinó mi primera cornada, fue en la región inguinal derecha y de ahí en adelante, logré sumar 38 festejos, en la temporada pasada. He toreado en Plazas importantes como Bogotá, Cali, Duitama, Sogamoso, Ibagué, Chinacota, entre otras. Otro detalle importante fue haber toreado en la cuadrilla del matador Sebastián Vargas, que es la figura acá y el matador que más festejos torea.
Lo que más añoro de allá es sin duda, la Feria de Quito, volver hacer el paseíllo allí... y el Festival de la Virgen de Triana en la Belmonte, tengo muy bonitos recuerdos tanto de las ferias de Quito, como de los festivales en la Belmonte, que tuve la oportunidad de torear.
-¿Qué similitudes y diferencias notas tú entre el mundo taurino de Colombia y el de Ecuador?
Haber diferencias se podría decir en la seriedad de los espectáculos, hay una Ley, la cual regula los espectáculos a todo nivel. Las corridas de toros en provincia, como en las capitales, son muy serias. Otra diferencia podría ser en que la gente es un poco más exigente.
Un par de banderillas cuadrando en la cara
-¿Notas diferencias muy importantes en lo que respecta al comportamiento de los toros entre los dos países en los que has cumplido tu labor?
Si hay mucha diferencia, en Ecuador el encaste predominante es el Domecq, acá hay mucha variedad de encastes, hay mucho Santa Coloma, Murube, Atanasio, en fin. El toro colombiano es más agresivo, se mueve mucho.
-De entre todos los profesionales con los que has compartido cartel, ¿cuál te ha marcado más, cuál te ha dado más y porqué?.
Hablando de matadores para mí fue muy bonito estar en la cuadrilla de Guillermo Albán, que sin duda alguna es la figura del Ecuador, es un torero muy profesional, con el que entrené y aprendí mucho en el campo. Acá en Colombia, fue una gran experiencia estar en la cuadrilla del matador Vargas, del cual aprendí mucho el profesionalismo, él también me enseño muchas cosas.
Y de banderilleros te puedo decir que en Ecuador guardo mucho cariño y respeto por Eduardo Cevallos, del cual aprendí muchísimo y al cual admiro mucho, y en Colombia ha sido muy bonito torear y compartir cuadrilla con Ricardo Santana y Alex Benavidez, que son muy buenos profesionales, de los cuales se aprende mucho, son grandes personas y amigos.
-¿Te has planteado alguna vez, retornar a Ecuador a proseguir tu camino profesional?. ¿Porqué o por qué no?.
La verdad no me lo he planteado en el sentido de retornar, aunque si el volver con algún matador colombiano. La razón por la que no me he planteado volver es que, lamentablemente, me tuve que dar de baja a los registros de la Unión de Toreros del Ecuador como banderillero ecuatoriano, fue un requisito que me pidieron acá, es decir que en la actualidad; se podría decir que soy solamente banderillero colombiano.
Juan José saliendo de un gran par
-Para despedirnos, cuéntanos de tus aspiraciones, de lo que tengas ya hablado, en fin; cuéntanos dónde tendremos que imaginarte en los siguientes seis meses.
Mis aspiraciones son en llegar a ser el mejor banderillero aquí en Colombia, en torear en todas las ferias importantes, en ser reconocido profesionalmente. En el día a día aprender y querer más a la profesión.
-Juan José, mil gracias por la oportunidad de conversar contigo y saber de tu andar por el mundo del toro. Te reitero que, sea aquí o en Colombia, tienes un futuro que principalmente depende de ti, capacidad, sapiencia y voluntad no te faltan, lo demás vendrá; un fuerte abrazo y la esperanza de tenerte pronto entre nosotros (así no sea más que de visita).
Muchísimas gracias María por tus palabras y quiero aprovechar la oportunidad, para hacer saber a todos los taurinos ecuatorianos que soy muy agradecido y me siento muy orgulloso de haberme formado taurinamente allá; agradecer a todas las personas que confiaron y siguen confiando en mí. Y que fue una decisión muy dolorosa abandonar el Ecuador, mi familia, mis amigos, mi vida; porque quiero ser alguien importante y vivir de mi profesión. Un abrazo a todos.
Gracias a ti por estas palabras para los lectores de OyT.
Fotos: Alberto Suárez