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Alejandro Esplá  
  entrevista de Pla Ventura [ 18/03/2016 ]  
ALEJANDRO ESPLÁ: La perseverancia, su gran valor
Es sorprendente la perseverancia de Alejandro Esplá en su profesión; digamos que es su más grande ilusión puesto que, su corazón sigue latiendo con la bella idea de ser torero. No ha desfallecido en lo más mínimo este Esplá admirable puesto que, seis años después de doctorarse de forma triunfal en Alicante, sus ilusiones siguen intactas.

Por ser hijo del irrepetible Luís Francisco Esplá, este chico no ha tenido el más mínimo trato de favor por parte del taurinismo, ni él tampoco lo ha suplicado, esa es la pura verdad. Alejandro, como vemos, heredó de su señor padre muchos valores, entre ellos, su tremenda dignidad. Lo que obtenga tiene que ser ganado en buena lid, nada de trato de favor, algo que le hace grande como individuo.

Como todos sabemos, Alejandro Esplá es un caso de auténtica vocación en el toreo; le sobran aptitudes para caminar y desenvolverse en la vida sin tener que jugarse la piel, sin tener que hacer el tremendo esfuerzo que ser torero supone; Alejandro es un hombre de la cultura, un tipo singular que habla algunos idiomas, un hombre que se doctoró en Boston y que, como digo, las miserias del toro se las puede pasar por el forro de la chaqueta. Pero es ahí donde se apuntala su fuerza inusitada por aquello de ser torero, por jugarse la vida, por sentir los aplausos de la gente. Como digo, un hombre singular donde los haya, un chico que “traicionó” a su padre porque le dijo que él no sería torero y, a las pruebas me remito.


Alejandro Esplá ante su nueva temporada

-Toreas poco, Alejandro y, me viene a la mente ahora que, el pasado mes de agosto, en Alicante, tu tierra natal, te ofrecieron la corrida de Adolfo Martín y declinaste la oferta. Luego, para tu desdicha, si así me lo permites, digamos que resultó ser la corrida más triunfal de los últimos años en Alicante. ¿Qué pasó?

Si te soy sincero debo de confesarte que no me sentía preparado; agradecí mucho a la empresa que contaran conmigo pero, mi sentido de la responsabilidad me impidió acudir a dicha cita. Digamos que tuve conmigo mismo lo que se llama una cura de humildad, algo que muchas veces dice todo de nosotros. La arrogancia, en aquel momento, pudo haberme costado mí carrera, de ahí que humildemente como te contaba, declinara la oferta de la empresa. La corrida, como dices, salió muy buena, dentro de sus matices, pero imagina que hubiera salido mala, algo que también ha sucedido muchas veces. Por eso, en ocasiones, la cautela debe ser un arma a utilizar cuando uno no está debidamente preparado. Recordemos que no puedo permitirme fracasar en ninguna plaza y mucho menos en Alicante que, en las tres corridas que he toreado en mi tierra he triunfado en todas.

-O sea que, ante esos triunfos que me dices, tienes todo el derecho del mundo para torear en tu tierra, ¿verdad?

En ese sentido, al respecto de los toreros locales, por ejemplo Valencia es un ejemplo. Y es curioso que así sea porque en la capital del Turia está de empresario el señor Simón Casas, el mismo que en Alicante. Y digo lo del ejemplo porque en Valencia se atiende a los toreros valencianos, por ejemplo, ya viste, se celebró la corrida con toreros auténticamente valencianos, algo que debería ser igual de sencillo y hermoso en Alicante.


En la presentación de los carteles de Cieza

-Ahora, torero, nos has sorprendido con la noticia que matarás seis toros en solitario en la plaza de toros de Cieza, Murcia, el próximo 11 de junio. Es el reto más importante que acometes en tu carrera pero, ¿te sientes debidamente preparado para dicho envite?

Físicamente, por supuesto. Y es ahora cuando me estoy preparando anímicamente para tener la mentalización adecuada puesto que, como dices, el reto es de órdago. Pero sí, es algo que asumo con mucha afición, con apasionado anhelo, como un gran reto el que quiero superar con matrícula de honor si en verdad así está escrito. Aunque sea en una plaza de pueblo, si soy capaz de superar la prueba con éxito, convencido estoy que se me abrirán otras puertas.

-Eso de los grandes retos, Alejandro, imagino que lo has heredado de aquel gran torero que, cada tarde en su carrera, era un reto importantísimo. Se llama Luís Francisco Esplá. ¿Cómo se siente tu padre al respecto?

Imagino que dentro de su corazón habrá una amalgama de sensaciones difícilmente explicables, primero por ser un gran torero como lo ha sido y sigue siendo y, acto seguido por ser mi padre. Él sonríe, pero estoy seguro que al respecto sufre más que yo; primero como profesional porque sabe mejor que nadie de la dureza de la profesión y, más tarde, en calidad de padre imagino que llevará lo suyo; es decir, la procesión la llevará por dentro, aunque no veamos “el santo”.

-Has toreado alguna que otra corrida en América, de forma concreta en Perú. ¿Cómo es aquella afición?

Maravillosa. Aquello es otro mundo. No sabes la de sensaciones hermosas que allí viví. Por ejemplo, pude torear en Chota, la segunda plaza más importante del país y, describir aquello es imposible. Imagina que Chota, una ciudad con poco más de cuarenta mil habitantes, tienen una plaza enorme; caben más de diez mil personas y se llena a diario en todas las corridas de feria. Allí reina la alegría, la felicidad les desborda por todos los lados; algo insólito que, como te digo, me cautivó por completo. Y de igual modo, en las demás plazas en las que pude hacer el paseíllo por tierras peruanas.


Un pase de pecho de Alejandro

-Me contabas la última vez que nos encontramos que te apoderaba Sebastián Palomo Danko y la pregunta, a nivel de aficionado es obligada. ¿Es Palomo el hombre ideal para dirigir tu carrera? Y te lo pregunto porque tengo entendido que lo habéis dejado.

Es un gran amigo pero, como dices, posiblemente no ha tenido la fuerza que ambos deseábamos, de ahí que me ofrecieron apoderarme la empresa Ibertauro y no lo pensé dos veces. Con Sebastián tenemos negocios en común, lo cual viene a certificar que nuestra amistad jamás se laceró. Imagina que, sin apoderarme, entrenamos juntos, sencillamente porque él está convencido de mis posibilidades.

-¿Cómo es una charla de sobremesa con tu padre? ¿Qué te dice, qué pregunta, qué siente al respecto de tu ser y, ante todo, de tu carrera?

Ahora, más que una charla de sobremesa tenemos una comunicación constante porque entrenamos juntos. Como sabes, él tiene que torear la Goyesca de Arlés y su sentido de la responsabilidad le obliga a estar en plena forma. Es por ello que nos pasamos los días juntos, entrenamos, hablamos, me sigue dando sus sabios consejos y, ante todo me dice que no pierda jamás la afición y que si un día la perdiera, que lo deje todo para siempre. Y ese es el motivo por el que estoy aquí, por pura afición.

-Ha pasado más de un lustro desde que tomaste la alternativa y, como sabemos, no has confirmado en Madrid. ¿Cuál es el motivo?

Lo peor es que yo tampoco lo sé. Hemos hecho algunos intentos y, según me dijeron, el año pasado la empresa argumentaba que yo no estaba preparado, valoración muy subjetiva por parte de ellos porque como todo el mundo comprenderá, si uno tiene que torear en Madrid, por lógica, seguro que se prepara de forma concienzuda. Como dirían los clásicos, yo soy muy joven, la plaza no se la llevarán y confío poder confirmar muy pronto en Las Ventas.


El abrazo con su padre el día de la alternativa

-Por cierto, llegado este momento, ¿obligarás a tu padre que te confirme en Madrid, al igual que lo hiciste en tu alternativa?

No, de ninguna manera. Además, los planteamientos son muy distintos. Recordarás que mi padre me doctoró al año siguiente de retirarse, por tanto, podríamos decir que seguía en activo. Como te decía, te aseguro que no le haré esa “faena” al señor Luís Francisco Esplá.

-¿Qué plazo te has puesto para seguir en activo?

No existen plazos. Como antes decíamos, mientras me queden ilusiones y afición aquí estaré porque me apasiona poder llegar y triunfar por todo lo alto en esta profesión a la que amo. Fíjate que, a veces, cuando estoy frente a la cara del toro me pregunto para mis adentros de qué diablos me sirve todo lo que estudié. ¿Para hablarles en inglés a los toros? Por ejemplo.  Imagina que, la gran mayoría de los toreros consagraron su vida para eso, para ser toreros; yo soy un poco la antítesis del prototipo, pero para mis adentros sigo aplicando aquella frase popular, aquel axioma que nos dice que el saber no ocupa lugar.

-¿Qué sentiste el pasado domingo en Valencia cuando fuiste espectador de aquel acto multitudinario, toda una proclama para nosotros, los aficionados y profesionales?

Una sensación extraña. Ante todo me sentía aficionado, primera razón por la que asistí a un evento insólito, algo que nunca pensé que podría ocurrir; pero los tiempos han cambiado de forma vertiginosa, los políticos, desdichadamente, en su mayoría, no piensan como nosotros, razones de peso en las que nos vimos obligados a manifestarnos por aquello de defender lo nuestro, algo ancestral que en verdad nos pertenece. Imagina que los toros son parte de una cultura importantísima del pueblo español y, por nada del mundo debemos de quedarnos impávidos ante la necedad de unos pocos que, en su libre albedrío, llamándose demócratas, nos privan de la libertad que en verdad nos corresponde para poder decidir siguiendo los dictados de nuestro corazón, como le pueda suceder a cualquiera en el ámbito que fuere.


El deseo para cada tarde que se viste de luces

-¿Llegaste a pensar alguna vez que unos desalmados pudieran prohibirnos los toros?

Ni yo ni nadie. Yo soy un chaval pero, por ejemplo, personas mayores son las que se han quedado sorprendidas ante este macaba eventualidad de que unos pocos quieren acabar con el sagrado derecho de una inmensa mayoría. Es la idea de la sinrazón. Allí estuvimos y, llegado el caso, si hiciera falta, nos manifestaremos mil veces más, pero te aseguro que nadie nos robará la legitimidad que tenemos por aquello de sentirnos aficionados.

-¿Qué proyectos tienes para este año?

Saberme ilusionado es la recompensa que ya tengo ante mi profesión. Eso de prepararme para el reto de los seis toros me tiene feliz y contento. Es algo que no tenía en mis planes pero, ya viste, sin que uno se lo proponga, a veces llega la suerte a tu lado, en mi caso, con este festejo que para mí tiene todos los componentes para que me sienta más ilusionado que nunca. Tras ese compromiso vital, como decíamos antes, espero que la empresa de Alicante me tenga en cuenta para poder torear en mi tierra. Luego tengo dos festivales picados en dos pueblos; nos han hablado de varias corridas de toros para agosto y septiembre, unas negociaciones que veo que van por buen camino. Hemos hablado con México para torear en el país azteca; de momento, proyectos los tengo todos, solo falta que todo vaya cristalizando, que siga habiendo éxitos en mis actuaciones que lo demás todo llegará.


Bebiendo de las fuentes de El Pana y su padre

-Ahora, para finalizar, Alejandro, me contaron que tienes una anécdota muy hermosa la que contarás a tus nietos el día de mañana; anécdota relacionada con el maestro Rodolfo Rodríguez El Pana sobre algo que pasó en tu casa. ¿De qué se trata?

Estábamos un día en nuestro rancho -así lo diría El Pana- agasajando al maestro y, tras la fiesta correspondiente, El Pana tomó la palabra y nos hizo una alocución extraordinaria; allí mostró Rodolfo todo su intelecto, su capacidad como orador, tan grande como artista. Allí quedamos todos embelesados y tras escucharle nadie dijo ni media palabra, una cerrada ovación clausuró el acto. Era la primera vez en mi vida que, en un diálogo de un personaje, mi padre se quedaba callado a lo que le pregunté, más bien asentí: “Papá es la primera vez en mi vida que te veo callado sin pronunciar una sola palabra” A lo que mi padre respondió: “Hijo mío, tras escuchar a Rodolfo aquí no habla ni Dios”

-Perfecto, matador. Que se cumplan todas tus ilusiones y que, tras el festejo de Cieza, tengamos que seguir conversando por aquello de difundir un triunfo de clamor, el que te deseamos desde nuestras páginas. A su vez, trasmítele un fuerte abrazo a tu padre, al que le deseamos toda la suerte del mundo en su corrida Goyesca de Arlés.

Gracias a vosotros por la difusión tan enorme que hacéis por la fiesta de los toros y por todos los que en ella nos movemos. Un abrazo, amigo.

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