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Pepín Liria  
  entrevista de Pla Ventura [ 12/02/2018 ]  
PEPÍN LIRIA: El león vuelve a rugir
A Pepín Liria le ha podido la nostalgia puesto que, como de todo el mundo es sabido, en la presente temporada ha decidido reaparecer en los ruedos, algo que, con toda seguridad le han repudiado los suyos, justamente los que más le quieren pero, como quiera en el toreo tiene un componente de veneno inexplicable, es por ello que vuelven los toreros y sin duda, a su vez, acometen todas las dificultades habidas y por haber, todo, con la ilusión de satisfacer los deseos de sus corazones.

Este es el caso de Pepín Liria, un torero cabal, auténtico, capaz de asumir los retos más inexplicables, una vez más, aunque como él confiesa, se tratará de una temporada corta en números pero intensa en emociones, ha decidido reaparecer diez años después de que colgara el traje de luces. No es ninguna broma lo de este hombre admirable que, se marchó por la puerta grande del toreo y por la misma quiere reaparecer, algo que los aficionados recibirán con enorme alegría. Nuestros respetos para tan admirable torero y, sin duda, hacia un hombre con toda la extensión de la palabra.

Pepín Liria regresa a los ruedos sabedor de que ya se forjó su propia leyenda, mérito que se acrecienta en dicha reaparición puesto que, lo logrado es su propia historia, la que con tanto cariño y admiración le profesan los aficionados puesto que, el toreo entero, así como todos los aficionados del mundo saben de la grandeza intrínseca de este hombre singular. Si de leyendas hablamos, la suya es inenarrable porque se forjó frente al toro de verdad, sin rehuir plaza alguna y con la gallardía como arma fundamental en su toreo.


Pepín Liria volverá a pisar el ruedo esta temporada, pocos ruedos según confiesa

-Quiero pensar, maestro Liria que al final le ha podido la nostalgia, de ahí su vuelta a los ruedos tras diez años de inactividad. ¿Digo bien?

Llevaba bien lo de la retirada porque siempre he tenido muchas actividades, de forma muy concreta como responsable de la escuela taurina de Murcia, amén de mis propias actividades personales de distintos ámbitos, pero se me ocurrió acudir el año pasado como espectador a la feria de Pamplona y aquello me motivó muchísimo; es decir, rememoré tantos triunfos como tuve en aquella plaza que, de repente, me ilusioné.

-Cumple usted este año 48 años como ser humano y 25 años como maestro de alternativa. ¿No cree usted que son muchos años como para seguir jugándose la vida?

No porque la edad no es la que uno tiene, sino la que su cuerpo le permite y, en mi caso me encuentro fenomenalmente bien. Si no me viera con facultades no reaparecería.

-Al parecer, tras aquella su visita a Pamplona, deja usted “caer” la idea y, como se ha comprobado, ha sido Maximino Pérez el que ha recogido el “guante”, algo a lo que usted no se ha negado.

Para nada; es más, me ha parecido una idea fantástica reaparecer en esa feria hermosa de Illescas donde Maximino pone el máximo interés por la misma, razón del gran éxito que está obteniendo dicha feria toledana.

-Si me lo permite, maestro, lo que si me queda claro es que en Illescas toreará usted una corrida digamos “a modo” a tenor de dicha plaza que, para un hombre como usted seguro que le sabe a gloria pura ¿verdad?

Convengamos que hablamos de una plaza de tercera que, por lógica, en la misma, las exigencias no pueden ser las de Madrid y, si para colmo, se trata de una ganadería llamada comercial, en realidad no puedo pedir más.

-Al parecer, hay una motivación muy especial por la que usted retorna a los ruedos. ¿Nos puede decir de qué se trata?

Por supuesto. En mi fuero interno he querido homenajear a Iván Fandiño y Víctor Barrio, dos grandes toreros que dejaron su vida dentro de una plaza de toros. Como te digo, esta reaparición quiero que sea un homenaje hacia estos grandes hombres.


Ya no solo se le podrá ver en festivales

-Decía yo en el enunciado de estas letras que, el león vuelve a rugir. ¿Viene usted dispuesto a todo? Es decir, para afrontar una temporada al estilo propiamente suyo o se trata solo de una sola tarde para rendir homenaje a los diestros que usted ha citado.

En principio la idea era esa, volver por un día, pero me animó Espartaco diciéndome que todavía puedo con todo. Será, eso sí, una temporada intensa, pero corta en festejos. No regreso para llevarme el pan de nadie porque, entre otras cosas, cada torero ocupa su lugar, razón por la que sigo pensando que, de mi parcelita, la que tan apasionadamente ocupé, algún lugarcito quedará ahí para mí.

-Si no recuerdo mal creo que habló usted de torear entre seis y diez corridas de toros. ¿Es así?

Cierto. No me quiero promulgar mucho; ese es el número ideal por lo que entiendo que debe ser mi reparación. No es menos cierto que, desde que anuncié mi vuelta, para mi suerte, el teléfono no para de sonar proponiéndome actuaciones, pero lo haré con toda la sensatez del mundo; trataré, ante todo, de que sean actuaciones puntuales y con la categoría que yo anhelo para festejar mis cinco lustros como matador de toros.

-No sé en qué plazas pensará usted actuar pero, sospecho que en Pamplona no debe de faltar por lo que ha sido su trayectoria en dicha plaza en la que, como todo el mundo sabe, ahí fue usted ídolo admirado.

Es verdad que no hay nada concretado, pero sí, me hace mucha ilusión que una de mis actuaciones puntuales por España sea en Pamplona, como más tarde lo será en Murcia, mi tierra, en la que para mí dicha he sido siempre profeta.

-Su trayectoria, maestro, digamos que su hoja de servicios ante la fiesta, sin lugar a dudas, no tiene mácula alguna, es más, yo diría que es la más honesta y limpia de los últimos treinta años, con permiso del inolvidable Iván Fandiño. ¿Lidiará usted las mismas ganaderías que le encumbraron?

Quiero hacer una temporada corta como antes hemos comentado y, sin duda alguna, en festejos que tengan muchas garantías puesto que no voy a reverdecer viejos laureles por aquello de que salgan más contratos; quiero torear para rendir culto a la memoria de los toreros que hemos citado y, ante todo, sentirme capaz para ello puesto que, diez años sin actividad son muchos años, por eso entreno a diario como cualquier chaval que empieza.

-Tras anunciar su vuelta a los ruedos, todos los días, al levantarse, ¿qué piensa?

Algo muy especial; no sé si me voy rejuveneciendo por momentos pero siento una adrenalina muy especial por mi cuerpo, una ilusión que me desborda; vamos, como en mis primeros años como matador, una situación que me desborda desde mi interior y con la que soy muy feliz.


Es más posible que le veamos en hombros con sus compañeros

-Usted debe recordar que, como torero, lo que se dice regalos le hicieron muy pocos; es más, yo diría que todo lo contrario, le echaban a los leones tarde sí y otra también. Siendo así, no tiene usted miedo de que se repita la historia y de nuevo le den lo peor de lo peor para que usted fracase?

No porque ahora toreo por puro gusto, no hay necesidad de ningún tipo, se trata de satisfacer una ilusión pero sin las exigencias del pasado que, como sabes, solo me valía el triunfo. Por supuesto que intentaré triunfar, faltaría más; no vuelvo para pasearme por ninguna plaza, pero las exigencias son muy distintas a los años de mi gran actividad.

-Toreará usted más o menos, será su elección pero, ¿Ha pensado que el riesgo de la cornada sigue patente? Y se lo pregunto sabedor de que tiene usted el cuerpo lacerado por “mil” cornadas.

El riesgo siempre está ahí, nadie lo ha podido quitar y siempre será así, de ahí la grandeza de esta profesión en la que se muere de verdad. Víctor Barrio e Iván Fandiño son la prueba de lo que digo y, ante todo, la razón por la que quiero rendir homenaje con mi verdad a estos hombres inolvidables.

-Dentro de todos los males, maestro, usted era un afortunado en ciertas plazas como por ejemplo Alicante y Murcia. ¿Qué tenían esas plazas que no tuvieran las demás?

Era como coger oxígeno para poder seguir en otros “puertos” mucho más elevados. En las plazas que has citado siempre me consideraron mucho, razón de los triunfos tan grandes que en dichos ruedos conseguí. Para mí suerte, fui profeta en mi tierra y junto a mi casa, en Alicante como hemos dicho.

-Le pillo a usted entrenando en Sevilla como si de un chaval se tratare. ¿Cómo se encuentra físicamente?

Como antes decías, los años han pasado y sin duda presentan la factura oportuna, de ahí el entrenamiento a que estoy sometido; estoy bien, esa es la verdad. De no estarlo te aseguro que locura no cometería ninguna, pero tantísimas cornadas como tengo en mi cuerpo, por momentos, éste se resiente como es natural y lógico.

-Que tenga usted mucha suerte, que se sucedan los éxitos y, cómo siempre, que siga usted inundando los ruedos de España con su verdad y su torería inacabable.

Fotos: Archivo y PTMurcia

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