Como diría el inolvidable Juan Belmonte, degenerando se puede llegar muy lejos en cualquier ámbito de la vida; lo realmente duro es tener el suficiente valor para degenerar y venderle tu alma al diablo. No es el caso de Tomás Campos que, sin apenas ser nadie en el panorama taurino, sus confesiones son estremecedoras puesto que, desde sus más humildes ancestros ya sentencia que, si tiene que llegar a la cima de la torería por ir degenerando, prefiere la soledad de su propio anonimato.
¿Quién es Tomás Campos? Entre la torería y el gremio empresarial, hasta creo que la mayoría de los empresarios no saben de su existencia porque, como sabemos, se puede ser empresario sin ser aficionado, algo muy lamentable pero que sucede con demasiada asiduidad. Pese a todo, Tomás Campos es un torero envidiable; alguien diría que irrepetible. Me dejo llevar por las opiniones de personas que le conocen en profundidad, entre ellos, es el mítico Diego Urdiales su primer adalid.
Es vergonzante que, Tomás Campos, el que tomara la alternativa en Badajoz en el año 2014 con Morante de padrino y El Juli y Perera en calidad de testigos, que el chico saliera por la puerta grande y, cuatro años después, apenas nadie le conoce. Claro que, de momento, su figura se les pasará por alto a muchos empresarios que prefieren llevarse un dinero rápido antes que apostar por el arte, bien en la persona de Tomás Campos como pudiera ser en cualquier otro muchacho.
Los que nos dedicamos a contar las historias de los toreros sin importarnos para nada que tengan mayor o menor aureola, lo que nos fascina es la calidad del personaje que, como Tomás Campos, por todo lo que hemos visto de este chico, condiciones las tiene todas para llegar a lo más alto. Quiera Dios que el destino no le aboque por la senda de la degeneración porque, lo que ahora entendemos como un torero inmaculado, jamás debería perderse por los malditos intereses que imperan en el mundo de los toros.
Uno trata de informarse al respecto de un determinado diestro y, lo confieso sin rubor, todo lo que he visto del torero de Llerena, en la provincia de Badajoz y que atiende por Tomás Campos, está rociado por el arte; pero el ARTE con mayúsculas, digamos que un sentimiento muy especial el que atesora este chico que, como otros muchos, llegará hasta donde le dejen, pero que como él nos ha confesado, pese a todo, no está dispuesto a traicionarse a sí mismo. Sería un crimen que este muchacho no llegara hasta lo más alto; y no por él mismo que, como sentencia, es capaz de torear para darle rienda suelta a sus sentimientos; pero sí debería de aparecer en todas las ferias para que los aficionados llorasen de emoción ante su toreo inmaculado.
Es cierto que como todos sabemos Tomás Campos ha toreado poco en estos años aludidos; pero no es menos cierto que, según nos han contado, Campos es la estrella en todos los tentaderos en que ha participado y, los ganaderos, alabados sean ellos, en calidad de aficionados le suelen llamar con mucha frecuencia porque como han confesado, son felices viendo torear al diestro de Llerena. Uno de los ganaderos a los que extasió con su arte sentenció que, en la actualidad, el cartel ideal para enloquecer a los aficionados no sería otro que, José Tomás, Morante de la Puebla y Tomás Campos, sin duda, un terceto lleno de gloria. Apuesta grande la del ganadero que, sabedor de lo que sentencia, quiera Dios que, esa quimera actual sea mañana una realidad que asombre a todo el mundo.
Tomás Campos con la vista puesta en el futuro
Por los aficionados, sin duda alguna. Lo difícil será trascender para que los empresarios comprendan mi esencia, la que siento, la que llevo dentro y puedan surgir los contratos adecuados para que mi nombre empiece a sonar. Es complicado aquello de transgredir las normas establecidas pero, al final, el arte tiene que ser el que en verdad triunfe, de lo contrario nada valdría la pena.
-Buen torero, por lo que he visto, lo eres en grado sumo. Pero fíjate, me ha sorprendido o quizás no tanto, que como aficionado seas tan importante como en calidad de torero. Lo digo porque te he encontrado entrenando junto a Diego Urdiales, nada más y nada menos. ¿Ese encuentro con el diestro de Arnedo nos viene a demostrar que quieres aprender desde la esencia más pura?
Esa es la tarea. Si le añadimos a lo que uno siente ante la calidad excelsa del toreo de Diego, uno comprueba que está en el camino de la pureza más absoluta puesto que, pocos como Urdiales tienen el referente máximo de lo que yo entiendo como la grandeza del toreo. Para mayor dicha, me cabe el honor de saberme amigo de Diego Urdiales, todo un tesoro que adorna mi ser.
Aquí comenzó el sueño... que aún espera alcanzar
No estoy dispuesto a traicionarme a mí mismo; cada uno llegará hasta donde el destino le depare, pero si tengo que serme infiel por culpa de los intereses que en el mundo del toro se manejan, prefiero quedarme donde estoy. Mi tarea será muy ardua, mi camino más pedregoso que el de otros muchos compañeros pero, si otros lo han logrado yo no puedo quedar a la zaga; que es difícil, eso lo sabemos todos, pero ahí está Morante, por citar a un clásico de la torería que ha convencido a todo el mundo sin necesidad de mentir y mucho menos de traicionarse a sí mismo. Además de todo, es el mismísimo Diego Urdiales el que me empuja hacia ese sendero en el que me encuentro y, como te decía, del que no me quiero apartar.
-Es hermoso escucharte y comprobar la pasión con la que hablas pero, amigo, conforme está montado el mundo del torero, desdichadamente, que un torero quiera vender su arte, en tu caso, promocionarlo hasta la saciedad, como que me suena a dislate. ¿Qué piensas?
Uno es el dueño de su destino y de sus firmes convicciones; si no estuviera convencido de mi valía no estaríamos ahora conversando al respecto. Como te decía, el camino es tortuoso, pero como yo soy el dueño de mi destino y el amo de mi hambre, lucharé sin denuedo hasta lograr la meta que persigo.
Toreando en redondo
Primero que nada, rezar para que me embista un toro y pueda exponer lo que siento ante los aficionados arnedanos. Si eso ocurre, con toda seguridad que saldré a hombros junto al que considero mi maestro, Urdiales, como hicimos el pasado año en Fitero, en la provincia de Navarra. Sí, hombre, es ilusionante para un hombre como yo, desconocido para el gran público, poder empezar la temporada muy pronto.
-Si no recuerdo mal el pasado año toreaste creo que cinco corridas de toros y varios festivales, la mayoría de las corridas en el segundo circuito de Francia. Pobre balance para el que aspira a tanto como es tu caso ¿verdad?
De pobre nada. Yo soy un tipo afortunado que estoy viviendo de aquello que amo, de una profesión a la que le estoy entregando mi vida y de la que recibo aquello que siempre soñé.
-Te hablaba de lo que podríamos llamar pobreza artística en cuanto a número de festejos, pero sin ánimo de herirte, amigo.
Te he comprendido pero, si soy feliz con el planteamiento de vida que tengo en la actualidad, imagina el día que llegue a torear cuarenta corridas de toros, será algo así como tocar el cielo con mis manos.
Un pase de pecho muy vertical
Tú mismo, con tus preguntas, delatas todo lo que yo siento. Por eso te decía que soy un afortunado de la vida; soy un desconocido para el gran público, pero todo llegará; pero de cara a los aficionados, los que me han visto les he llenado de gozo en sus almas. Y eso ha ocurrido con los ganaderos que tú decías, con periodistas, con compañeros… con mucha gente por la que me siento apoyado y comprendido. Sí, hombre, tengo muchos motivos para darle gracias a la vida. Un día de la vida pensé en ser torero y, ya viste, el destino así me lo concedió. Reconozco que debemos tener mucho cuidado con los sueños que tenemos que, muchas se suelen cumplir. Yo soy el ejemplo de lo que te digo.
-Con eso ilusión que te desborda, Tomás, te veo preparado para acudir a la gran cita con Madrid. ¿Será este año?
No lo sé; pero si sé que cuando surja tiene que ser con una corrida que tengas unas mínimas garantías; que luego sale el toro y nadie puede predecir nada; pero como te digo, no quiero ir a Madrid de cualquier manera por es así donde me jugaré mi futuro.
-Por Dios, Tomás, te escucho y me ruborizo; vamos, que das la impresión de ser un torero consagrado y apenas has logrado nada en el toreo. ¿De dónde te sale esa firmeza tan profunda?
Ese es mi sentir, aspirar a lo máximo sabiendo que puedo conseguirlo, sencillamente porque estoy convencido de lo que quiero y hasta donde puedo llegar. Aunque no me creas, yo soy mi primer crítico; no me valen las lisonjas que a cualquiera pudieran regalarnos; me baso en la dura realidad de ahí que mis pretensiones sean siempre las más grandes. Es difícil lo que pretendo, pero nunca imposible porque para un torero, media hora puede ser tiempo más que suficiente para que cambie el curso de su vida.
Con las orejas el día de su alternativa
Indudablemente. Si no estuviera convencido de lo que digo y lo que hago, ante todo me estaría mintiendo a mí mismo y eso sería una banalidad sin límites. Para mi suerte, como antes decíamos, ya tengo mis partidarios entre los ganaderos y periodistas, algo que no está nada mal. Que hablen de uno, aunque sea bien, ja.ja.ja.ja… Luego, poquito a poco, iremos convenciendo a todo el mundo.
-El otro día, un periodista andaluz dijo que, un cartel realmente apoteósico para cualquier feria de relumbrón no sería otro que, José Tomás, Morante de la Puebla y Tomás Campos. Sin duda, como partidario, no creo que encuentres otro como él. ¿No será eso un exceso de responsabilidad?
Respeto las decisiones de todo el mundo y, sin duda, las ilusiones de cada cual. No es menos cierto que la primera y única vez que he toreado con Morante, el día de mi alternativa, corté dos orejas y estuve a la altura de las circunstancias. Mis respetos para el maestro como para todos mis compañeros, pero yo sigo soñando por estar entre los mejores.
-Me ha sorprendido que en este rato que llevamos conversando no me has hablado de estadísticas; es decir, aquello de pretender ser el número uno en el escalafón y cosas parecidas. ¿Será que no tienes la ambición necesaria para ello?
Tengo más ambición que nadie, pero por lograr ser un torero importante, lo de las estadísticas me tiene sin cuidado. ¿Crees tú que Morante se ha preocupado alguna vez por ser el número uno? Y estamos hablando del torero más barroco de la actualidad, es decir, de un artista en el más bello sentido de la palabra. Así quiero ser yo, un artista que pueda estremecer a los aficionados y, como le sucede a Morante, que se contagie de mi arte el público en general. Como decía, ese es mi sueño.
En hombros con su maestro y amigo Diego Urdiales
Es cierto que todo está escrito, pero uno tiene que ayudar, poner su granito de arena por lograr aquello que se ha empeñado; acostado en la cama jamás me llegaría el éxito, de ahí todo el esfuerzo que hago por lograr la meta. Pero si al final el destino dice que no, mala suerte, pero de mi parte no habré dejado nada por hacer.
-Mucha suerte, torero. Tus convicciones ante lo que es tu profesión me han dejado sin palabras, así como las imágenes que he visto de tu torería que, tras verlas, ya puedo dar fe de tu categoría como torero artista. Como decía, al final será lo que nos depare el destino pero, ayudándole como tú haces, sin duda que estás en el sendero del éxito. Muchas gracias por regalarnos tu tiempo y mostrarnos tus ilusiones.
Fotos cedidas por el torero
