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Ana Rita  
  entrevista de Pla Ventura [ 10/05/2018 ]  
ANA RITA, cuando la vocación es verdadera

Es de admirar a todo ser humano que es capaz de hacer suya aquella máxima admirable que nos dice que en la vida, para lograr el éxito, no es suficiente hacer lo posible, hay que hacer lo imposible y, a dicha máxima se aferra nuestra contertulia de hoy que no es otra que la lusitana Ana Rita que, a golpes de corazón y galopando sobre sus caballos quiere ser gente importante en el mundo del rejoneo, razones no le faltan porque condiciones las tiene todas, algo que ha demostrado en muchos lugares, en este caso en las plazas de toros donde ha actuado.

Si ser torero es casi un milagro, ser rejoneador tiene ese plus añadido por aquello de que no es suficiente lo que tú hagas, hay que contar con los caballos que, a  no dudar, como todo rejoneador, Ana Rita los tiene que enseñar para la profesión, tarea en la que la lusitana pasa días enteros con la preparación de sus caballos, toda una proeza que, en muchas ocasiones ni siquiera está recompensada, de ahí el gran mérito atribuible a dicha dama.


Ana Rita, la viva imagen del éxito

Ana Rita podía haber elegido cualquier otra profesión en la que, a no dudar, como dicen sus allegados, hubiera destacado, pero le pudo más la ilusión por ser rejoneadora que cualquier otro oficio con menos riesgo. Por supuesto que, sin lugar a dudas, Ana Rita eligió la profesión más difícil que, para colmo, tiene el inconveniente de superar casi lo imposible.

Nada que objetar a esta señorita y, por el contrario, mucho que admirar. Su fuerza, su fe, su ilusión, sus deseos, sus ganas, sus anhelos todos con los valores que le abocarán al estrellato. Las condiciones ya las ha demostrado en muchos sitios, será cuestión de que poco a poco se le abran las puertas de las grandes plazas y, en carteles de renombre su nombre pueda empezar a brillar con más intensidad que el Astro Rey

Lo que se dice experiencia la tiene toda puesto que, son ya muchos años practicando el bello arte del rejoneo. Quizás que, como ella diría, le falta todavía ese espaldarazo que la sitúe en el lugar de privilegio que por su valía debe de ocupar. En el sendero del éxito está, en él cohabita como lo dicen sus triunfos en cada tarde cuando actúa.

Sin duda alguna, los que son capaces de luchar contra toda adversidad, asumir el riesgo más difícil y vivir entregados por completo a su profesión, caso de Ana Rita, más tarde o más temprano, la rotundidad del éxito les debe de llegar o de lo contrario la vida no sería justa con estas personas que, de lo imposible son capaces de hacer un reto.


Un momento espectacular de la amazona lusitana

-¿Por qué decidiste ser rejoneadora cuando, por tu belleza y talento, podías haber sido actriz, por citar una profesión de menor riesgo?

Yo soy Ribatejana y en mi pueblo hay muchas tradiciones taurinas. Yo siempre fui muy apasionada por los caballos; y cuando iba a una corrida sentía que aquello era mi mundo, donde yo quería estar a pesar de ser un sueño que me parecía casi imposible.
 
-¿Desde cuándo ejerces el bello arte del rejoneo?

Desde los 14 años de edad mi primero festejo fue en el día 30 de Mayo de 2003. Han pasado muchos años pero mis ilusiones siguen intactas. Claro que, cuando una hace lo que ama, parece que las dificultades son menores y, ese es mi caso, pero con toda rotundidad.

-Según te explicas con quince años cabalgando por el mundo y, fíjate, tu nombre para muchas plazas sigue siendo una novedad. ¿No es un contrasentido que hayan pasado muchos años y sigas siendo nueva?

No. Ocurre que, como te contaba, empecé muy joven lo que viene a demostrar la experiencia que adquirí, un valor que no me lo quita nadie. Luego, claro, a medida que pasan los años siempre tengo objetivos por cumplir, algo que hace que me sienta retada ante mí misma para lograr mis objetivos.
 


La rejoneadora portuguesa clavando un par de banderillas

-¿Por quién sufres más, por el toro o por el caballo?

Por los dos, pues siento mucho respecto por cada uno. No me gusta ver un toro sufrir a la hora de matarlo. Me gusta matarlo bien para que tenga una muerte digna y honrada. También sufro mucho cuando le pasa algo con mis caballos. Gracias a Dios hasta hoy he tenido la suerte de no pasar nada de grave con ellos pero cuando tienen fiebre o están enfermos me siento muy mal porque los quiero mucho.

-Como lusitana que eres, Rita, y más siendo tu país santo y seña del rejoneo, imagino que ahí tendrás legión de partidarios. ¿O quizás es pronto todavía para ello?

Si tengo, pero decidí basar mi carrera en España porque me gusta mucho torear junto a ustedes y tengo la suerte de las personas de España me apoyen como se yo fuera española.

-A la hora de empezar tu singladura como amazona, ¿en quién te fijaste?

He visto muchos rejoneadores y de cada uno saco algo positivo  para mí y lo que intento  cada tarde es hacer dos cosas muy importantes, torear bien y alegrar al público, para que la gente salga de la plaza contenta y feliz.

-¿Serías tan amable de darme el nombre de tus caballos?

Si claro, de salida Dakar, Distinto y Destinado de banderillas Ás de oros, Zaquero, Engrasada e Inka. Y en el último tercio Fandi y Castuera


Ana Rita sabe lo que es un percance

-Cuéntame, por favor, el momento más dulce de tu carrera y, a no dudar, el más amargo.

Sin duda el día de mi alternativa, un sueño que de niña me parecía imposible hecho realidad. El más amargo fue una cogida en mi pueblo tuve un mes en el hospital en estado grave podía haber muerto en esa noche. En ese año iba a quedarme más una vez en los primeros del escalafón me quede muy triste.

-Aquello de enfrentarte a una corrida de Victorino Martín el pasado año en Yecla y, para colmo, obtener un triunfo de clamor. ¿Fue fruto de la casualidad o de tu enorme valía como dicen los que te conocen?

Creo que no fue fruto de la casualidad, sino de mi trabajo duro y diario porque, para triunfar tenemos que trabajar mucho todos los días y tener suerte. Si te digo que, el trabajo bien hecho, es decir, con esa entrega apasionada en la que yo baso todo mi quehacer, al final suele tener el premio justo y lógico. Yecla resultó ser el ejemplo de lo que digo.

-Por lo que veo, vives en Portugal y, para colmo, tu carrera se desarrolla en España. Las distancias son inmensas. ¿Nunca te planteaste venirte a vivir a España?

Esa es una idea que vengo acariciando durante mucho tiempo que, se hará realidad el día que pueda ser posible. Mientras tanto, no queda otra, seguiré en Portugal que, para mi fortuna, es mi tierra.

-¿Qué plaza ha quedado grabada para siempre dentro de tu corazón tras un éxito obtenido?

La plaza de toros de Redondo en Portugal, sin duda el día más feliz de mi vida, cumplía un sueño que se hizo realidad.


Ana Rita se adorna tras clavar un par de banderillas

-He visto por ahí una cogida tuya espeluznante. ¿No te aterra el  el miedo cuando eso ocurre?

El miedo siempre está presente hay que superarlo. He tenido momentos de mucho dramatismo, pero la grandeza de mi profesión no es otra que superar los momentos más difíciles.
 
-El toreo, el arte como tal, no entiende de fronteras, ahí tienes a la francesa Lea Vicens y tu bella persona, lusitana. ¿Para cuándo ese mano a mano entre las dos grandes damas del rejoneo, a qué esperan los empresarios?

En el inicio de mí carrera, digamos que la nuestra, sí coincidimos algunas veces, pero ahora les toca el turno a los empresarios por aquello de que coincidamos en los carteles, algo que me gustaría muchísimo, ante todo, por la admiración que siento por la compañera Lea Vicens, una gran dama del rejoneo.

-He podido saber que, como rejoneadora has pasado auténticos calvarios cuando estabas empezando. ¿Cómo se sobrellevan los tragos amargos?

Es verdad que esta vida es muy difícil y yo no tengo familia en el mundo del toro todavía se aumenta más la dificultad. Es muy difícil para una chica como yo tener este sueño y lograr realizarlo, pero tengo mucha fe y a pesar de todas las cosas amargas que he tenido en mi vida lo voy a conseguir.

-Según te explicas, tras muchos años de actividad como amazona en el rejoneo, sigues confesando que todavía te quedan sueños por cumplir. ¿A qué te refieres?

Por ejemplo a poder entrar en las ferias de relumbrón, caso de Lea Vicens que antes hemos comentado. Siento mucha admiración por tan singular rejoneadora y, ahí me quiero ver, junto a ella y sin duda, junto a los grandes rejoneadores del escalafón.


Es lusitana, su atuendo lo dice todo

-Pude comprobar que, el pasado año, entre festivales y corridas actuaste en treinta ocasiones. ¿Ese mérito es solo tuyo o tiene algo que ver tu apoderado?

Lógico que no es solo mérito mío, también hay mucho mérito de mis apoderados puesto que, para aparecer en los carteles de rejoneadores tengo que estar bien y demostrar en cada tarde que quiero ser figura del rejoneo.

-¿Para cuándo tu salto definitivo en plazas grandes, Madrid podría ser un ejemplo?

No lo sé, esa pregunta no es para mí. Lo que puedo decir es que estoy aquí lista para todo como  ya demostré en muchas plazas y voy a seguir haciéndolo hasta que llegue mi día.

-¿Qué buscas en el rejoneo, fama, popularidad, dinero, reconocimiento……..?

Busco realizarme como torera y demostrar a personas como yo que los sueños imposibles se pueden concretar, una niña que nada en su vida fue fácil y poco a poco va logrando sus sueños.
 
-Imagino que dedicarás muchas horas al entrenamiento porque si ser torero es complicado, lo de rejonear me parece lo más difícil del mundo pero, al margen del entreno, ¿qué más cosas hace Ana Rita?

Todos los días de lunes a domingo trabajo mis caballos, monto cerca de 15 caballos al día. Soy yo que hago todo sola; los preparo, los limpio, los monto y los ducho. La verdad es que yo vivo para mi profesión toda mi vida se basa en mi carrera, fuera de la finca no tengo mucho que hacer.

-De la forma con la que me hablas, más que una rejoneadora siento que vives como una monja de clausura, lo digo por aquello de saberte alejada del mundanal ruido. ¿No anhelas irte un día de fiesta como podría desearlo cualquier mortal?

Me gustaría, como a todo el mundo; pero es antes mi carrera que cualquier actividad festiva. Los rejoneadores, y hablo por mí, tenemos demasiado trabajo por aquello de cuidar y preparar a los caballos que, todo lo que no huela a cuadra tiene que oler a plazas de toros, el resto, sobra todo.

-Te preguntaba antes por el rejoneo en tu país y, no sé, tengo la sensación de que ahí te prodigas poco. ¿No hubiera sido más rentable centrar tu arte y tu profesión en Portugal antes que en España?

Empecé a rejonear en el año 2003 y hasta 2008 siempre base mi profesión en Portugal. En 2008 tuve la oportunidad de rejonear en España me encantó. La vida me ha dado esta oportunidad y yo la aproveché.

-¿Qué sientes cuando, tras tu actuación, eres sacada en hombros?

Es un orgullo muy grande, te sientes realizada y es muy importante para un torero triunfar y salir en hombros. Se trata del premio inmediato que un artista pueda sentir tras haber llevado a cabo la obra llena de dignidad y, si se me permite, de total emotividad. Salir en hombros no es nada gratuito y mucho menos baladí. Se trata de las reacciones de los aficionados ante lo que una ha hecho y, repito, la emoción es indescifrable.

-¿Has llorado alguna vez por algún contratiempo como rejoneadora?

Sí. No me gusta fallar y ya me pasó una vez por dejarme un toro vivo a los corrales y me sentí avergonzada, lloré mucho. De ahí las lágrima por las que me preguntabas.

-Para finalizar, Rita, ¿se puede vivir sin amor?

En la vida es imposible vivir sin amor; amor de nuestra madre, de nuestros hermanos, el amor de nuestros amigos, de mi novio. Sí, el amor es fundamental en la vida.

Añade cuánto quieras que, nuestra casa sea la tuya.

Muchas gracias por vuestra gentileza en reparar en alguien que, estando lejos de España vive en el corazón de todos ustedes.

Fotos cedidas por la propia rejoneadora

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