Finalizó el ciclo de novilladas pre feria en Cañaveralejohabiéndose cortado un solo apéndice por parte de Juan Camilo Alzate en la de éste domingo 29 de noviembre. Resta únicamente la corrida del domingo 6 de diciembre.
Con un tercio de entrada se lidiaron ejemplares desiguales de presentación y juego del hierro de Fuentelapeña que pesaron respectivamente 382 – 410 – 452 – 426 – 430 y 430 kilos.
Destaco el lidiado en segundo lugar marcado con el número 20 al que se premió con la vuelta al ruedo.
Juan Camilo Alzate: Silencio tras aviso y oreja
Nicolas Gutierrez (Mex.): Vuelta tras aviso y silencio
Santiago Fresneda: Palmas y vuelta. --------------- Juan Camilo Alzate, único que tocó pelo en el ciclo de novilladas Saludo capotero de Juan Camilo Alzate con dos faroles de rodillas y verónicas. Con la tela roja el caleño porfiando logró algunos muletazos por el pitón derecho cuando el “rajadito” de Fuentelapeña se lo permitió. Por el izquierdo mermaron las posibilidades con muletazos destemplados y desligados. Dos pinchazos y estocada. A su segundo prodigó faena derechista hasta que se quedó sin gas su oponente faltándole fondo. Mato de efectiva estocada y se le concedió el apéndice.
Al mexicano Nicolas Gutierrez le correspondió el mejor novillo de la tarde al que entendió a medias. Con el capote instrumentó Chicuelinas, verónicas y revolera. El novillo se rebozaba con calidad, repitiendo las embestidas y cuando mejor metía el morro el pupilo de la familia Domínguez, entregándose de manera magnifica para permitir encumbrarse el torero, este apresuradamente fue por la espada y lo despachó, llevándose consigo la bravura de un gran novillo que fue infortunadamente desaprovechado. Al quinto lo toreo de manera marginal más no fundamental con el toreo en redondo, seguramente por la falta de casta del ejemplar.
El más nuevo de la terna Santiago Fresneda Principe de America, sorteó quizás el lote de menos posibilidades pero supero la papeleta dignamente. Su primero el mas hecho del encierro, le planteó complicaciones aunadas al permanente viento que fue enemigo evidente en la labor del joven espada bogotano. Se quedó parado y no tuvo otro remedio que pasaportarlo. El sexto, brindado a su abuela Cecilia Felix, madre del matador Gitanillo de América, se quedó corto en los muletazos, midió las embestidas y se tornó reservón. Echó mano Fresneda de recursos efectistas con muletazos por alto, molinetes y manoletinas que calaron en el público. Un pinchazo antecedió la soberbia estocada que hizo rodar en tres segundos al ejemplar, solicitándose la oreja que no concedió el palco de Usía.
En el personal subalterno destacaron Ricardo Santana en el segundo y Jaime Devia en el tercero quienes fueron obligados a saludar montera en mano.
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