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Me pide la dirección de este portal que pronostique y valore sobre lo que puede ser la próxima feria de San Isidro… Fácil o difícil cuestión según se mire. Si valoramos con arreglo a lo acaecido históricamente, nuestra experiencia nos dicta innumerables datos negativos: que es un serial largo en el cual se va a lidiar una montonera de toros, que probablemente los bueyes serán los protagonistas en muchas de las tardes; que tendremos que esperar la llegada del epílogo de feria para que ibanes, saltillos, adolfos, cuadris, miuras o victorinos nos hagan vibrar; que a lo largo de la feria saltarán algunos toros interesantes, pero que es casi imposible que se encuentren con toreros adecuados… Dicho esto, creo que no debemos seguir exprimiendo el pesimismo para no empezar con la feria cuesta arriba, es más justo hacerlo desde el punto de vista de aquello que nos mueve a la hora de acudir a los toros: El Deseo. Desearíamos que no se vieran caras aniñadas, ni lavadas, la falta de presencia ridiculiza el espectáculo, la búsqueda del medio-toro merma la categoría de la plaza; que el soporte de la bravura estuviera presente, un toro sin poder no puede expresar lo que lleva dentro y, además, proporciona un espectáculo lamentable; que la suerte de varas luciera todo su esplendor en muchas de las tardes sería el síntoma de que ambas: la bravura y el poder, se habían aliado; que el rigor de las autoridades siga dando a Las Ventas el prestigio de plaza sin parangón. Con toros como éste el deseo estaría cumplido. Foto: Lamaestranza Dicho esto, la decantación, por parte de nuestros avezados lectores, entre lo positivo y negativo dará con el resultado aproximado de lo que nos aguarda durante este serial, que pese a los inconvenientes citados, sigue siendo, sin lugar a dudas, el más atractivo del planeta.
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