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Antiguamente cuando los novilleros no pasaban por Madrid de novillero, les solía pasar factura, ya que la plaza, les medía de un punto de vista diferente. Hoy se acartelaban tres espadas, que se presentaban en Madrid, a las puertas de tomar la alternativa curiosamente todos ellos en la plaza francesa de Nimes dirigida por el empresario Simón Casas.
Tres novilleros punteros y los tres debutantes en Madrid Es verdad que los novilleros cuando vienen a Madrid, no lo tienen nada fácil, por todo lo que los aficionados ya conocemos (la exigencia de la plaza, la responsabilidad, el tamaño del novillo que se lidia, el poco bagaje con el que llegan,…), pero yo creo que es un filtro que antes o después, todos los que desean pasar al escalafón superior, deben de superar. Con esto tampoco quiero decir que vengan nada más debutar con los del castoreño o con número muy reducido de animales toreados.
Estos tres novilleros, por las mayorías de los profesionales y los periodistas, han sido catalogados como máximas figuras del escalafón inferior. Para mi esa catalogación es muy excesiva. ¿Cuántos toreros hemos visto, que han llegado a Madrid, con mucho nombre y salieron de ellas totalmente desapercibidos?, innumerables son los casos.
Pero nos fijamos que a pesar de no torear en la capital del toreo, han toreado bastante hasta ahora, encabezando el escalafón en los años anteriores. Eso solo es posible si te apodera una casa o un empresario importante, en la que intercambiando entre ellos en función de las plazas que gestionan, lo que tradicionalmente se ha conocido como “el cambio de cromos”.
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