Ficha del Festejo

Un auténtico petardo resultó el décimo cuarto festejo del abono. Tarde de expectación, tarde de decepción dice el adagio popular, y así fue queridos lectores, los culpables de tal desaguisado la tuvieron ambos, me explico y para que quede bien claro. Los toros de Alcurrucén mansos sin paliativos, pero tampoco se libran los tres toreros, los tres de vacío, apenas pudo saludar y cerca del burladero el toricantano tras una también tibia ovación de la concurrencia que casi llenó los tendidos del coso, algunas calvas en las andanadas del 4 y el 5. ¿Qué ha pasado hoy? Para que no se agotaran las entradas, con semejante cartelazo de toros y toreros; quizás habrá que ir pensando en cambiar a los figurones ya más que vistos por sangre nueva. Renovarse o morir, he ahí la cuestión.

De los toros lidiados hoy mejor ni hablar, ya se encargara de analizarlos en su sección, José Luis Bautista, que tan bien los describe, lo único que puedo añadir es el peso medio de los mismos en la romana 562 kilos y a otra cosa, la suerte de varas no apareció en ningún momento.

El Juli tuvo una tarde aciaga

Y los toreros tampoco. Don Julián López Escobar “El Juli”, ha tenido una de esas tarde infames, quizás la peor en Las Ventas, incluso falló con su ya acostumbrado julipié que no volapié. Poco querido siempre ha sido en Madrid y seguro que con la actuación de hoy, los pocos que le quedaban como admiradores del torero de Velilla de San Antonio, se desapuntaran de sus líneas. El petardo que ha pegado hoy ha sido de campeonato y mira que es un gran torero y por ello es uno de los mandones del escalafón superior, pero nada le ha funcionado más o menos bien.

A Castella hoy no le valió ni su especialidad

Otro que no ha estado bien, y eso que fue el máximo triunfador del pasado San Isidro, ha sido el francés Sebastián Castella, quizás y digo quizás, quiso realizar ya sus concebidas faenas, sin salirse del guion establecido y con los toros que le tocaron eso no era posible, siempre estuvo fuera de cacho y toreando de lejitos; a su primero lo despachó de un sartenazo, en el quinto sonó en los tendidos de la solanera el -boom petardo-, lo pasaportó de una estocada entera en buen sitio, doblando pronto el manso. En el tercero de la tarde escuchó palmas y un silencio sepulcral en el quinto. Que puedo decir de su quehacer en su lote, casi nada, que se puso delante de los pitones ya lo creo pero en ningún momento alcanzó su labor a la altura del pasado año.

Otra confirmación, la de José Garrido

Un día más estaba programada otra confirmación de alternativa, esta vez para el extremeño José Garrido, uno de los puntales de la novillería que venía presidido de gran fama, pero hoy el chavea de Badajoz se estrelló con los mansos de Alcurrucén. Al toro de su doctorado lel endiñó de saludo cuatro verónicas mecidas especialmente por el pitón derecho; tras la ceremonia ni corto ni perezoso se fue a los medios a brindar a los parroquianos, hincó las rodillas en tierra toreando por derechas, eso caló en la concurrencia, ya de pie siguió por ese pitón en buen son, siendo mejor el remate, hubieron tibios olés, por el pitón zurdo estuvo algo acelerado, luego se fue asentando, al retornar con la mano derecha fue feamente prendido tras ello se puso valentón, pero ya la faena no tomó mayores vuelos. Eso sí mató al quedado animal de una estocada entera un pelín desprendida que fue más que suficiente. Palmas con saludos desde el tercio. El toro de su confirmación tuvo por nombre Lancero, negro bragado de pelo, marcado con el nº 6, nacido en octubre del 2011 y con 572 kilos de peso. Esto para los amantes de las estadísticas.

Lo mejor de la tarde, la tanda que administró de rodillas Garrido en su primero

Cariavacado era el toro sexto, con un respetable armamento, pero frenado en sus embestidas. Inició labor con doblones ganándole terreno, tomo la pañosa con la diestra, pero nada de nada en las tres tandas, siempre con la muleta retrasada y siempre con medios pases, casi igualitos fueron los naturales, es nada de nada, empezando el aburrimiento de los cansados y dolidos espectadores. Al matar siempre perdió la muleta y todo quedó en un silencio a su escasa labor.

Tampoco las cuadrillas estuvieron bien, solo José Chacón de la cuadrilla de Castella, logró unas palmitas por su buen hacer con los garapullos.

Los dos toreros españoles brindaron al Rey Emérito, más no el torero francés.

Y aquí termina la historia de la décima cuarta corrida del abono 2016.

Estos dos compañeros de OyT no se aburrieron, pues no estaban en la plaza

Fotos: Muriel Feiner excepto última