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El segundo toro de la tarde ha destacado de una corrida presentada en escalera a los que en general le ha faltado bravura. Un día más se repite el guión, la mansedumbre brilla con luz propia. Mentira nos ha de parecer el día que nos encontremos con una corrida encastada. Así ha embestido Malagueño en la muleta David Mora se ha llevado el toro de la tarde, el toro con el que sueñan todos los toreros. Malagueño, que así se llamaba, mostró buenas hechuras y era largo. Se frenó delante del capote de Mora para brindar después cuatro embestidas dulces. Protestó punteando el peto en la primera entrada y se repuchó en la segunda. Fue franco en banderillas pero apretó un punto para los adentros. Después de dar una fea voltereta a su matador, más por accidente que por maldad del astado, se entregó por el derecho con temple y largura. Fue pronto y repetidor y tuvo fijeza. Cuatro tandas preñadas de hondura por el pitón derecho marcaron la cúspide de este buen toro de Alcurrucén. Buenos fueron también los pasajes por el lado izquierdo, aunque ligeramente menos intensos. Ha sido, hasta ahora, el toro de la feria en la muleta, bueno de principio a fin, que brindó boyantes embestidas para el disfrute y triunfo de David Mora. No vamos a entrar en criticar la vuelta al ruedo del toro, pero si debemos recordar que en varas punteó y se repuchó…
Con el quinto no ha tenido tanta suerte. Sucesor era descarado de pitones y justo de trapío al faltarle remate por detrás y poseer poca armonía. Cumplió de salida, aunque tirando derrotes arriba. Se dejó pegar en varas y fue simplón en banderillas. Muy descompuesto en la muleta, llevando la cara alta, sin entrega y manseando por ambos pitones. Roca Rey se pasó por delante a Doctor, un toro bien armado y de buenas hechuras, de cuerna acucharada; bonito, de poco remate compensado con la cara. Se portó algo descoordinado o descontrolado en el saludo. Empujó sólo con el izquierdo en la primera vara, con más fijeza que poder se empleó en el segundo puyazo. Echó la cara arriba en banderillas. Ofreció embestidas irregulares por el lado derecho en la muleta y muy rebrincado por el izquierdo, repuso mucho. Áspero por su falta de entrega, bastante deslucido. Cinqueño que no lo parecía. Poco le brindó al torero peruano el sexto de la tarde. Serio y bien armado, astifino. Lucía una buena cuna. Se descoordinó en la primera embestida, se vino ligeramente arriba sin recuperase del todo. Con hechuras más domecq que núñez. Fue tardó, pero alegre arrancándose de largo. Esperó en banderillas. En la muleta acudió de largo y repitió encastado en varias tandas diestras. Más remiso por el lado izquierdo. Tardeó para arrear con violencia tras cada cite. Tuvo genio y más que bravo fue bravucón. Quien ha bailado hoy con la más fea ha sido Urdiales. Despachó primero a Heredado, serio fue ese primer toro de Diego Urdiales, bien armado, cinqueño. Que repitió noble, sin demasiada entrega en el capote y empujó abajo y fijo en ambos encuentros con el caballo, sin demasiado poder. Sacó fiereza de inicio en la muleta en dos tandas diestras de interés. Bajó en la tercera. Y ese fue su balance: dos tandas vibrantes por el lado derecho y cayó vertiginosamente a continuación. Por el izquierdo pegó arreones y no se entregó nunca. Otro bravucón que duró lo que una gaseosa. Mañico, fue el cuarto, no se entregó después de emplazarse de salida, brindó embestidas cortas en el capote del torero riojano. Manso en el caballo saliendo escupido de la suerte y desentendiéndose de los capotes. Si había manseando en varas se superó en banderillas. En la muleta se ratificó como un manso de tres tercios.
Foto: las-ventas
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