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Ficha del Festejo
Hoy va de decepciones; la primera, la decepción del ganado, todos y digo bien todos, esperábamos más, mucho más de aquellos toros que desde el año 1956 criaba D. Celestino Cuadri, con esa fuerza, esa casta, esa raza, esa envergadura y esos pitones. Hoy ha sido todo lo contrario y por eso esa decepción de los aficionados venteños. La segunda, cada día va desapareciendo el toreo de capote con la belleza que tiene, también está en el límite de desaparecer el tercio de varas y aquello de los tres tercios sólo nos quedaran dos, el de banderillas y el de la muleta, si esto sigue así, que Dios nos coja confesados, la tercera, la decepcionante actuación del torero madrileño Luis Miguel Encabo y así podíamos seguir, con estos tres botones de muestra creo que es más que suficiente.
El cartel no era de los relumbrantes como el del día de ayer y tampoco pudimos salir toreando de la plaza, pero había tres toreros que pueden con esto y mucho más. Eran dos madrileños y un manchego. Luis Miguel Encabo, Fernando Robleño y el manchego Rubén Pinar, que tan buen cartel ha tenido en Las Ventas desde los tiempos de novillero. Hoy apenas había en los tendidos unos tres cuartos del aforo, que fueron más por el ganado anunciado que por el mismísimo cartel.
De los Toros: una pena que ninguno diera la talla de su encaste propio, medio, medio destacaron el tercero y el sexto que fueron aplaudidos aunque tibiamente, los otros cuatro fueron despedidos con sepulcrales silencios. Digamos que de presencia pueden pasar más no de armamento y menos aún de bravura, apenas pelearon en el caballo, tampoco fueron claros con los palos, como tampoco con la muleta, pues para mí no fueron los Cuadri que todos hemos conocido en ésta plaza. ¡Qué pasó D. Fernando!. El peso medio en la balanza fue de 575 kilos.
Por fuera, inconfundibles. Por dentro, sí fueron diferentes De los Toreros, casi casi igualitos. Encabo desvaído y deslucido, dando un verdadero mitin con los aceros.
Luis Miguel Encabo no acabó de confiarse Robleño como siempre en luchador pero sin lograr conseguir nada positivo, destacaremos el saludo con el percal a su primero con tres verónicas lucidas y la media belmontina de remate; la franela a por derechas bien podía pasar el Ave y lo mismo a por izquierdas, voluntarioso y valentón como siempre. Se quitó al cuadri de una estocada entera caída. Repitió el saludo con el capote en su segundo con tres verónicas muy buenas y otra belmontina. Se dobló muy toreramente en el quinto, no estuvo mal con la sarga, pero siempre toreando al hilo del pitón, por ambos lados, surgieron unas cuantas palmitas. También se lo quitó de encima de dos pinchazos, el primero en hueso y el segundo apenas traspasó la piel del animal, a la tercera fue la vencida, metiéndole la mano para dejar una estocada casi entera, con la que dobló el animal.
Robleño y la media verónica Rubén Pinar se llevó los menos malos del encierro, aunque poco había que hacer con ellos, pero Pinar tiró de profesionalidad y sobre todo de recursos, como perderles pasos tras cada muletazo, pero a mi entender estuvo por debajo de las medianas condiciones del toro tercero. Las palmas y el saludo vinieron tras matar a su oponente de estocada entera un pelín desprendida pero de buena ejecución. En el bóvido que cerró el festejo fue aplaudido con el capote; también escuchó fuertes palmas en la primera serie de naturales, no cabe duda que estuvo mejor y por encima de su oponente, toreándolo con cierto gusto. Lo despenó de una estocada en el famoso rincón. Saludo desde el tercio.
Rubén Pinar por la izquierda en su primero El picador Agustín Moreno al picar al tercero fue aplaudido ya que lo hizo bastante bien, pertenecía a la cuadrilla de Rubén Pinar. Con los palos, escuchó palmas Raúl Ruiz a las órdenes de Robleño y Javier Ambel también de las filas de Rubén Pinar, consiguió palmas, primero por la lidia con el capote y por un buen par de rehiletes.
Al término del festejo y de retorno al patio de cuadrillas. Luis Miguel Encabo fue despedido con pitos. Fernando Robleño aplaudido y fuertes palmas para Rubén Pinar.
¿Qué pasara mañana? Con los toros de Victorino, esperemos que tanto el ganadero como los espadas nos den una buena tarde de toros. |
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