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Contrariando el mal presagio originado en el petardo que pegó ayer, el ganadero Gutiérrez de Manizales; fue la tarde de hoy la que ha registrado mayor movimiento en las taquillas.
Toros de Salento de los Señores González Caicedo y González Rincón para ser lidiados por Luís Bolívar, David Mora y el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza.
Contrariando igualmente el mal presagio que traía la ganadería de Salento, las cosas se dieron de manera muy diferente a lo esperado de este hierro que venía de una mala racha. Para disfrute de la gente en los tendidos, los Murube y los Santa Coloma se movieron, dejándose lo suficiente como para que se pidiera la música hoy extrañamente negada por el Palco Alto. Cuatro En Murube para los de a pie que repitieron con calidad en la embestida y mucha nobleza. Los dos Santa Coloma destinados para el rejoneador, cumplieron con dignidad.
Una corrida de dulce. Faltó ese algo de picante, que se traduce en transmisión de emociones al graderío, pero nadie negará, que los seis, fueron fijos en las telas y embistieron con alegría. Luís Bolívar muy torero y con mucha facilidad, cobró las dos orejas de su primero que fue de vuelta al ruedo.
David Mora, toreó y toreó y toreó, pero infortunadamente no logró ese Do de pecho necesario para el triunfo.
La actuación del rejoneador navarro, deja mucho que desear. El mismo numerito sin abrir ese abanico que sin duda tiene como repertorio. Bien, solo así: bien.
Las cuadrillas anduvieron muy bien esta tarde. Saludaron montera en mano, Santana y Chiricuto.
Una tarde, en resumen, sosa, pero generando interés a todo momento.
Toca a los ganaderos, la responsabilidad de darle a su ganadería, ese toque necesario para tener despierto al respetable.
QUE DIOS REPARTA SUERTE.
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