La Monumental de Hidrotermápolis registró casi lleno durante la sexta corrida de feria del serial taurino 2017; se lidiaron seis toros de Los Encinos desiguales en juego y presentación, fueron pitados en el arrastre los lidiados en 1º y 2º lugar; recibieron palmas en el arrastre el 3º y el 6º.

Sebastián Castella: silencio, oreja y leves palmas

Joselito Adame: pitos, oreja y orejas.

Castella cumple

Entre la borrasca del francés, el cachondeo del mexicano y los toros sin fondo ha ido la tarde; muy extraña, sin rallar en lo aburrido pero sin buen toreo ni bravura.

Sebastián Castella cumplió como profesional, pero estuvo muy lejos de actuar como figura. El abreplaza, Gavilán (#82, 523kg), era demasiado soso como para hacer algo trascendente, Castella no lo vio franco en el capote y apenas le señalaron la puya, luego de muleta hubo momentos de temple pero no había que hacer con un animal que se rajaba, finalizó con descabello y se fue en silencio a diferencia del toro que escuchó protestas en el arrastre.

Después le tocó en suerte Tucán (#31, 512kg) quien no terminó por emplearse en el capote y una vez más se repitió una suerte de varas brevísima, apenas para cumplir con el requisito, luego en el último tercio tomó la muleta con la mano derecha y comenzó por alto para seguir en redondo y rematar con uno se pecho sabroso que generó esperanza; Castella se fue del toro, le dio aire para volver por el derecho y propinarle una tanda preciosa. Desafortunadamente al toro le sobraban kilos y le faltaba fuerza por ello no podía lucir del todo, un cambio de mano muy torero se coreó fuerte en la plaza, después el galo continuó por el buen pitón izquierdo del toro para enseguida pedir “música”; el juez consintiendo todo como acostumbra dio su venia para que sonara la Pelea de Gallos en tanto la faena iba por dosantinas y todos los recursos de Castella para aprovechar hasta el final al de Los Encinos que despachó con estocada entera ligeramente caída. Una oreja de premio para dividir la opinión.

Ante Condor (#46, 545kg) comenzó bien, desmayando las manos entre verónicas y chicuelinas para dar paso a una suerte de varas donde apenas le abrieron la carne al toro; luego vino el quite con oficio pero sin la transmisión necesaria para encender el animo. De muleta comenzó dandole una tanda por el pitón derecho, en la segunda que le dio se percató de cómo iba el toro y prefirió echarse encima de este; Castella no quiso saber de la distancia una vez que la encontró y una vez que se puso mas de cerca del toro ya no fue lo mismo, pases muchos pero sin redondear, en uno de esos hasta aventó la muleta y el público se lo protestó pero el torero respondió con ademanes “por qué”, exacto, ¿por qué se quejan, entonces no les gustan esos arrebatos? ¿acaso sólo los franceses tienen que mantener siempre la elegancia y las formas? Menudo es el público taurino. Mató con una estocada traserisima y se fue con algunas palmas.

Por lo que toca a Joselito Adame, es triste verlo tan reducido cuando pudo ser tanto, cuando se puede ser más; pero ya se sabe la coba no es la mejor aliada y cada quien decide qué tan profesional quiere ser. Con el segundo de la tarde, Mirlo (#53, 505kg), todo fueron protestas, desde su salida por lo flaco del toro y el poco remate, hasta el arrastre donde fue pitado. Adame quiso calmar las aguas haciendo de serio al iniciar su faena pero de nada sirvió pues el astado se cayó y la afición comenzó a reñir nuevamente; quiso convencer pero ya no son los tiempos de antes donde cualquier faramalla le aplaudían, dejó la espada abajisimo y lo mismo él que el toro escucharon pitos.

Adame ya olvidó la colocación

A Buho (#90, 542kg) apenas y lo recibió en el capote de inmediato llamó a picadores para que hicieran lo propio, apenas y lo picaron Adame siguió con chicuelinas, muchas pero nada sobresalientes. Para no variar en la faena de muleta se la pasó mal colocado, no tan vulgares los pases pero tampoco buenos, menos con empaque, una vez más hicieron sonar “la de aquí” y se le concedió una oreja a pesar de haber descabellado.

Pero justo cuando creíamos que el público ya no le compraba nada, vino el sexto de la tarde Jilguero (#22, 503kg), un toro noble, con recorrido de quien Adame y el montón de villamelones hicieron el cachondeo de la tarde. De capote: afarolados de rodillas, veronicas, chicuelinas y el remate, siguió una puya breve y trasera; luego el publico le pedía con fuerza que compareciera también con las banderillas pero Joselito le ordenó a Gustavo Campos que de inmediato procediera para que cesara la petición. Con la tela roja hubo pases pero no temple, pases pero hacia afuera; una cosa es hacer el paripé y otra muy distinta, alejada de eso, es bordar el toreo. 

En la publicidad podrá ser todo lo figura o torero de México que quieran, nadie vende pan frío, pero no en la trascendencia ni en la imagen que el aficionado tenga de él, Adame no es ni la sombra de lo que pudo ser. 

Adame se cachondea de la Puerta Grande y sale a hombros

A la corrida le faltó bravura, los ganaderos deberían esmerarse en criar toros con esas condiciones y quien no lo desee debería de irse de una buena vez como decía Reyes de quienes no sabían ver cine. Los empresarios deben contratar ganaderías que generalmente cumplen con la premisa de la fiesta, los toreros tienen que dar un paso más al oficio, a lo que se queda solamente en lo profesional, el hambre debe prevalecer, no la de ser sino la de seguir siendo; los aficionados tenemos que vencer la guerra contra el teflón, contra el conformismo y la placidez de verlo todo lindo porque no se vaya a calificar de falta de respeto el exigir lo que debe ser.

Nos leemos entonces luego de la séptima corrida de feria, donde actuarán Miguel Ángel Perera, Juan Pablo Sánchez y Luis David Adame, quienes se enfrentarán a un encierro de San Miguel de Mimiahuapam.

*Fotos: Humberto García "Humbert"