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En tarde plomizas como las de hoy, sales de la plaza y casi no se sabe de lo que hablar. Cuando se salía de la plaza, muchos aficionados, prácticamente no hablaban de toros. Se hablaba mucho mas de la victoria reciente de Nadal en el torneo de tenis de Madrid y de lo que sucederá mañana en la finalización del campeonato de liga de futbol. Lo acontecido en el ruedo, daba para muy poco comentario o prácticamente nada.
Se lidió una corrida de toros, totalmente descastada y desrazada, sin nada absoluto que sacar. En la que la terna por completo tanto Diego Urdiales, como David Mora o José Garrido, no han podido pasar del silencio. El que sí que resultó abroncado por alargar tanto la faena y estar muy desacertado tanto con el acero como con el descabello, llegando a escuchar los tres avisos, fue el madrileño David Mora. También el espada riojano, eternamente esperado en Madrid, porque se sabe de su buen concepto a la hora de interpretar el toreo, pero que no ha tenido todavía un triunfo fuerte aquí.
Muy drástico el cambio del espada David Mora, ya que el año pasado fue uno de los triunfadores saliendo por la puerta grande y ésta resulta que se le va el toro al corral, después de escuchar los tres avisos presidenciales. Con toros descastados como estos, los toreros se deben dar cuenta, que cuando no hay opciones para el lucimiento, alargar la faena no sirve absolutamente para nada.
Ángel Otero en su comprometido y extraordinario par de banderillas El que realizó lo más bello en la tarde de hoy, viste el traje de plata y se llama Ángel Otero. Actuando a las órdenes de David Mora, en el segundo de la tarde, le dejó dos muy buenos pares asomándose al balcón. Lo de este rehiletero, es digno de alabar, ya que la mayoría de veces que hace el paseíllo, deja unos pares dignos para el recuerdo.
Foto: Eduardo de la Cruz
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