La Ficha del Festejo.

Tarde apacible, de buena temperatura y con la presencia del Rey Emérito D. Juan Carlos en una localidad de la meseta de toriles, tuvo lugar el quinto festejo del abono, que ha batido un récord dada su duración, una hora y cincuenta y cinco minutos, así que aun salimos con luz del día.

El Rey Emérito y la Infanta Elena presentes en el día de San Isidro

El chotis más famoso del mundo, empieza su letra así. “Cuando vengas a Madrid chulona mía voy hacerte emperatriz de Lavapiés”, esto viene a cuento ya que hoy celebrábamos y festejábamos al santo patrón San Isidro, que nos quitó el agua y nos puso lo del Sol, dada la festividad y lo interesante del cartel, la plaza registró un casi lleno, apenas unas calvitas en tendido alto del 5.

Se lidiaron toros de Montalvo, para los diestros Curro Díaz, Paco Ureña y López Simón. Destacando sin duda alguna ese torero nacido en Linares Curro Díaz toreando al natural en el segundo de su lote, que si no llega a fallar con el estoque, cuando menos hubiese cortado las dos orejas de ese gran toro bautizado con el nombre de “Escandaloso” con un peso de 593 kilos sobre sus lomos. El torero de Lorca navegó entre dos aguas y el madrileño López Simón al que le faltó trasmisión no llegando a conectar con los tendidos, estuvo más bien sosito y anodino.

De los seis toros de Montalvo con procedencia Domecq Díez y Martínez, criados en los campos charros; bien presentados, bien armados, pero muy escasos de fuerzas y mansurrones con excepción del lidiado en cuarto lugar, que de momento es el mejor toro de lo que va de feria, tomen nota de su nombre “Escandaloso”, un negro salpicado con un peso de 593 kilos y nacido en abril del 12, la afición lo ovacionó al ser arrastrado, también escuchó palmas el tercero, los cuatro restantes pitados camino de los matarifes; el peso medio del encierro 559 kilos. Pero de ellos ya nos hablara José Luis Bautista en su sección correspondiente.

Abrió plaza el andaluz Curro Díaz ante un toro más bien flojito, al que saludó enjaretándole un ramillete de verónicas gustándose y una media de las de cartel, sonaron los primeros aplausos del festejo, en el tercio de los montados no entendí las protestas de una mayoría de aficionados. Antes de iniciar faena tuvo la cortesía de brindar al Rey Emérito. Empezó muy bien en los pases de salida. Llevándose al burel casi hasta los medios, en ese terreno y con el paño rojo tres redondos de muy buen trazo y consiguiendo estar perfectamente colocado, con los pinreles girando sobre sus talones, cerrando con un remate muy torero marca de la casa, pero por el otro pitón se dejó enganchar la franela y su labor fue perdiendo fuste. Fuera de rayas entró a matar de una estocada entera que cayo demasiada perpendicular, teniendo que hacer uso del de cruceta en dos ocasiones. Su segundo un toraco que de entrada olisqueo la arena, escarbó y se frenó, pero que cambió radicalmente a lo largo de la lidia tras los dos puyazos bien colocados por Curro Sánchez que fue aplaudido al pasar entre barreras por los tendidos de la solanera; también Óscar Castellanos al poner el tercer par de aretes. Con la sarga y sin probaturas cuatro naturales preciosos en su trazo, rematados con un forzado y la ovación fue generalizada y así continuaron las ovaciones tras cada tanda por ese estupendo pitón con que contaba el burel los olés atronaron la plaza, todo su quehacer fue por naturales con mucho ritmo y sentimiento, la labor estaba hecha, el triunfo estaba más que cantado, solo quedaba rubricarla y en la suerte suprema lo emborronó todo y todo quedó en agua de borrajas. Eso sí nos quedó un muy buen sabor de boca.

Curro Díaz al natural

Manso con escasa fuerza y escarbando la arena fue el segundo del encierro para el murciano Paco Ureña, al que nada vimos con el percal, como tampoco sucedió con el trapo rojo, ya que el animal se defendió por ambos pitones, pero el torero lorquino estuvo muy firme y por encima de su manso oponente. Desilusionado por el comportamiento del animal, toma el acero, lo cuadra fuera de rayas entrando a matar en la suerte natural y deja una estocada entera en buen sitio al que sumamos un certero golpe con el verduguillo. Su segundo nada más abrirse de capa hace hilo tras el torero alcanzándole en la barrera de fea forma, nos dio la impresión que lo había alcanzado con uno de los pitones, pero menos mal que fue con el hocico propinándole un fuerte golpe contra la barrera, lo mismo hizo en el tercio de banderillas. Inició labor muleteril por alto sin mover un músculo que gustaron a los aficionados, ya en las afuera tres pases diestros muy buenos y de trazo lago, tras la ovación sumó otros dos más por ese pitón, cambió de mano y citó de lejos y buscó la distancia idónea, pero el morlaco dijo que nones, lo intentó nuevamente por derechas, pero el animal claudicó sin remedio, peor le fue con el acero en el embroque la espada hizo guardia, pero el bicho malherido dobló.

Impávido Paco Ureña

Muy justo de fuerzas fue el tercero para el madrileño López Simón, que al menos consiguió que se aplaudiera con el capote, porque con la muleta no consiguió trasmitir nada a los graderíos, anodina labor, también fue a la hora de darle muerte, tiene el defecto de colocarse muy lejos con la toledana, eso le perjudica a la hora de la suerte suprema, pero hoy echó mano de su habilidad para despacharlo de una estocada entera tendida que el animal tardó en doblar, pero al fin cayó como una pelota. Otro flojito fue el sexto que embistió con las manos por delante; esperó buscando a los banderilleros que apenas pudieron cumplir con su cometido, el bicorne se puso andarín y Alberto perdió el control perdiendo así esa disposición que suele tener el de Barajas, no dio pie con bola. Con la tizona una estocada casi entera caidilla pero letal. Ni el toro ni el torero dijeron nada.

López Simón de vacío también

Menos mal que la última parte del festejo fue más corto que de costumbre y la desbandada fue general.

*Fotos: Muriel Feiner