Ficha del Festejo

En la décimo primera del abono del presente año, hemos podido disfrutar del segundo tercio de la lidia, gracias a que hoy en el cartel estaban anunciados tres espadas que ponen  banderillas y lo hacen muy bien como lo demostraron esta misma tarde, en que los tres espadas fueron fuertemente ovacionados por el público asistente que cubrió más de dos tercios del aforo. Era domingo de feria y en días como hoy, antes se decía que venían los isidros y llenaban el coso madrileño, francamente yo esperaba un lleno de no hay entradas, me explico, el sevillano Manuel Escribano tiene predicamento en Madrid, el extremeño aunque nacido en la Isla de Ibiza venia de triunfar clamorosamente en la última feria de Sevilla como es Antonio Ferrera y el muy querido jerezano Juan José Padilla “El Pirata”, como se figuraran creo que era para ello. Pero también disfrutamos de las faenas realizada en los dos últimos toros de la tarde, especialmente en el quinto, en que Ferrera logró cortar un apéndice ganado a ley y también es de justicia referirnos al quehacer de Escribano en el sexto que también poco le faltó para cortar una peluda, pero solo escuchó una ovación, saludando desde el tercio. Una pitada de órdago para la autoridad por no conceder el segundo trofeo a Ferrera, la petición de ese segundo trofeo fue general, pero con esa es faculta del sr. Presiden no tuvo a bien concederlo.

Oreja de ley para Antonio Ferrera

Se lidió un encierro de Las Ramblas de los campos de Albacete y de procedencia Domecq y Díaz, mansos, sin raza, eso sí de buena presencia y bien armados, pitados en el arrastre, del primero al cuarto, palmas para el quinto y silencio para el último, el peso medio en la romana fue de 527 kilos.

En los cuatro primeros toros apenas vimos los tercios de banderillas que protagonizaron la terna y que llegó a los parroquianos ovacionando sin reticencias a los tres espadas. El Pirata estuvo dentro de sus formas más que bien especialmente en el cuarto ejemplar que tras las fuertes palmas saludó desde el tercio, lo más destacado de la tarde fue la actuación de Ferrera en el quinto, con su quehacer en plan de gran torero y porque no decirlo de maestro al inventarse un toro de nombre “Traslúcido”, tapándolo todos sus defectos, También rayo a gran altura Escribano ante “Oxigenado”.

Padilla, el ciclón de Jerez, nada dejó por hacer con sus descastados toros

Fuerzas le faltaban al primero de Juan José Padilla, que en el saludo capotero estuvo aceptable, con los palitroques invitó a sus compañeros a cubrir el tercio. Con la muleta tuvo que torear siempre a media altura para que el animalito no midiera la arena, por las protesta a por la espada con la que estuvo contundente.    Muy bien empezó labor con su segundo al que recibió con las rodillas en tierra con unas largas cambiadas estallando una sonora ovación. Con los palos hizo lo mismo en el primer par, salió desde el estribo el segundo y en el tercero ovacionado. Algo vio en el toro que ni corto ni perezoso se fue a los medios a brindar al respetable, en ese mismo terreno tres redondos rodillas en tierra más dos remates por alto, la afición crujió, lo intentó con la otra mano pero el cuatreño tomo las de Villadiego rajándose, a Padilla no le quedó otra que tomar la tizona, matando de una estocada arriba más un certero descabello.

Ferrera toda la tarde estuvo torero

Ya en el primer toro Antonio Ferrera envió un aviso a navegantes con esas siete verónicas  ganándole terreno. Cumplieron en banderillas los tres matadores siendo ovacionados con fuerza los tres. Los olés se corearon cuando toreo por el pitón diestro en las dos tandas,  y lógicamente intentó por el pitón siniestro pero el burel se queda corto apenas consiguió un excelente forzado, tras claudicar el morlaco, tomó el estoque, entró en la suerte contraria para dejar una estocada en el hoyo con que pronto cayó el cuatreño.    Y ahora vamos con el quinto, que no fe bueno pero tampoco malo como veremos más adelante, cumplió a gran altura en el tercio de banderillas, siendo el más arriesgado y el mejor al quiebro el tercero. Lo bueno bueno llego con la franela. Su faena desde el comienzo brillo a gran altura con esos pases por alto ganándole el terreno, toreo por ambos pitones de forma estupenda y hasta en plan de maestro atornillando las zapatillas y mandando, conforme los pases se sucedían largos, profundos y rematados, así mismo eran también los olés y las ovaciones, toreo gustándose y con lentitud, la faena estaba hecha solo quedaba firmarla, tras el final de labor, se volcó sobre el morrillo de la res dejando una estocada mortal de necesidad y los pañuelos aparecieron en todos los tendido pidiendo no solo uno si no dos apéndices, pero la autoridad no concedió el segundo y la bronca al palco fue de esas de campeonato, como también fue pitado al final del festejo.

Portagayola de Escribano

El toro más armado y veleto de cornamenta fue el tercero, primero del lote de Manuel Escribano, pero apenas lo pudo recoger ya que el toro embestía con las manos por delante. Los tres espadas cubrieron el segundo tercio y los tres fueron ovacionados. Pegado a tablas citó con la franela iniciando labor con ayudados en buen tono, ya en los medios todo su quehacer fue por el pitón derecho puso mucho empeño pero no logró trasmitir sensaciones positivas, más aun cuando el toro se le paro. Entró a matar en la suerte natural y dejó una estocada entera en ben sitio pero algo tendida, el animal busco refugio en tablas y dobló.    El toro de menor peso fue el último, algo protestado  por sus pocos kilos. Decidido Manuel se fue percal en mano a saludar a su segundo a la puerta de los sustos, pese a que el morlaco se le freno el farol salió limpio, de pie y en el tercio ramillete de verónicas mecidas, ovación al canto, con los avivadores el sevillano se lució, levantando a los aficionados en el tercero que fue por los adentros. Muleta en ristre se fue a la boca de riego ejecutando dos pedresinas rematando con un pase del desdén, con la diestra mano tres redondos de buena factura rematando con el de pecho. Continuo por ese pitón, lentos y suaves los naturales ligando, repitió tanda, por alargarla demasiado el palco le mandó un recadito antes de cogiera el alfanje. No es que matara mal pero tampoco bien y eso impidió que hubiera premio.

De retorno al patio de cuadrillas los tres fueron despedidos con sentidos y largos aplausos. No así la autoridad que fue silbada.

Para mañana la primera novillada ferial.      

Fotos: Muriel Feiner