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El camino penitencial, la travesía del desierto hasta la llegada de Cuadri y quien sabe si Flor de Jara con el toro de casta, que estamos recorriendo con las corridas de “garantía”, en las que no aparecen sino faenas mecánicas y toros previsibles, tuvo su culminación con la corrida de Juan Pedro Domecq. Mal presentada, toros feos, alguno anovillado aunque cinqueño, que se habían dejado la memoria de embestir en la apacible dehesa. Los que dicen saber de esto contaban diferentes números de toros que se habían presentado al reconocimiento entre 10 y 23, según las diferentes versiones; quien presumía de bien informado hacía énfasis en 18, aunque señalaba que hace no muchos años se llegaron a presentar hasta 39. Números que difícilmente se verifican, pues no hay información pública y fidedigna, con cantidades de toros y número de los mismos para poder seguirlos a lo largo de la temporada. La falta de información es una característica de este mundillo, que sigue ufano mirando a los intereses particulares de corto plazo, es decir, cuanto me llevo hoy y cuanto arriesgo hoy y mañana será otro día. En una corrida desastrosa, la peor del serial tras Valdefresno, en una reunión de “Los de José y Juan” a la salida, tratamos de fijar los momentos de interés, que no llegaron a la media docena. JVS señalaba el “quite de Ronda” de Cayetano, con dos tafalleras y una larga afarolada que remató con otra larga. MCh se fijaba en el mismo Cayetano que siempre citaba con la pierna adelantada aunque enviara al toro lejos de su anatomía. Para rematar con Cayetano, JAB indicó los lances a la verónica ganando terreno. RC apreció la estocada la primero de Manzanares y JS la brega de Iván García. Aunque la impresión generalista la dio RR: “Nada, no me ha gustado nada”. Pues no es mal resumen.Así queda ilustrado el 'quite de Ronda' elegido por JVS . . . Fotos: Muriel Feiner
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