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Se esperaba con muchas ganas el regreso de la ganadería de Dolores Aguirre, después de muchos años de ausencia en la Feria de San Isidro. Una ganadería mítica, de la que siempre esperan mucho, los calificados como aficionados “toristas”. Es verdad que el regreso de la ganadería, se produjo en una novillada en la pasada Feria de la Comunidad de Madrid, un encierro con mucho interés para los pocos que asistimos ese día al coso.
Lamentablemente en el callejón ya no podíamos ver a la Señora Doña Dolores Aguire Ybarra, que siempre estuvo al mando de este hierro, pero que hace un par de años nos dejó, seguro que lo estaría viendo desde el cielo.
No me han gustado mucho las lidias, ni como le hicieron las cosas en los primeros tercios al animal. A la mayoría de los toros, les han dado mucho más, que a muchas de las corridas de toros que se han lidiado este San Isidro, sangraron bastante los animales. Esto luego todo lo acusaron al llegar al último tercio. En realidad no me he aburrido, ya que siempre ha habido interés, por lo que acontecía en el ruedo. Varios de los animales sacaron calidad y bondad en el último tercio, pero muy rápido se vinieron a menos o se rajaron a tablas.
Una oreja para Gómez del Pilar que pudo ser solicitada minoritariamente Ya para no hacer una excepción a la regla, hoy ha vuelto a haber un bochorno desde el palco presidencial. Concediendo una oreja a Gómez del Pilar, después de una faena que se vino muy pronto a menos y no terminó de tener redondez ni ligazón. En las dos primeras series con la mano derecha, en la que la res se dejó con calidad y bondad, si que hubo lances con templanza y calidad, faltando quizás mucha más ligazón y profundidad. Cuando cogió la mano izquierda, la res, comenzó a querer rajarse a tablas, de manera bastante clara. Una oreja excesiva, en la que tengo bastantes dudas de que hubiera petición mayoritaria.
El espada murciano Rafael Rubio “Rafaelillo”, es verdad que tuvo que pecar con el peor lote de la tarde. Pero debemos de reconocer que hoy no ha termino de estar del todo claro de ideas y en ocasiones un pelín desbordado, sin poder a sus oponentes.
El jienense Alberto Lamelas, es totalmente entendible lo poco que torea y las pocas opciones que se le han dado. Era el primer día que se ponía el traje de luces esta temporada. Y lamentablemente, ese poco rodaje lo ha acusado, sobre todo ante el quinto de la tarde un animal que no entendió muy bien los terrenos que le pedía y su mejor pitón.
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