Con lleno se han lidiado toros de Núñez del Cuvillo, de juego desigual.

Morante de la Puebla, silencio y pitos

Cayetano, ovación tras aviso en ambos

Ginés Marín, vuelta y ovación.

Ginés Marín en su vuelta al ruedo, máximo premio de la tarde

Con un calor sofocante y con una temperatura de 40º a la sombra, ha tenido lugar la primera corrida de La Cultura, un invento nuevo de Simón Casas Producción, que ha logrado poner el cartel de no hay entradas para hoy, que solo eso ya es un éxito y que puede quedar en el calendario taurino como un festejo más de los que pueden hacer época. Dentro de un orden, el festejo de hoy, ha tenido de todo un poco, para bien de nuestra querida fiesta, pero creo que habría que buscarle otra fecha, u otra hora, ya que en la de hoy, bien se podía freír un huevo en cualquiera de las gradas de la solanera; creo que es de cajón felicitar a Simón por este acierto, esperemos que el año que viene estén encartelados los mejores toreros del escalafón como ha sucedido en este día 17 de junio del presente año. En la plaza no cabía un alfiler y eso siempre viene estupendamente para el fomento de la afición a tan maravilloso espectáculo.

Los toros de Joaquín Núñez del Cuvillo, creo que cumplieron, excepto el lote que le correspondió a José Antonio Morante, que mansearon y fueron a contra estilo del de La Puebla, que no hubo trofeo alguno, ya lo sabemos, pero pudo haber una Puerta Grande y por lo menos un trofeo más en tarde tan asfixiante, si los aceros no fueron tan mal utilizados por Cayetano y Marín; a la postre el público asistente salió más que satisfecho.

El toro que más destacó del encierro criado en la localidad gaditana de Medina Sidonia fue el lidiado en tercer lugar, que escuchó una ovación camino del patio de arrastre. El toro primero silencio en el arrastre, el segundo ovacionado, para el tercero ovación, el cuarto pitos, el quinto silenciado y el que cerró plaza también fue silenciado. Peso medio en la romana del encierro 571 kilos.

Morante brilló solamente en el toreo a la verónica

El primer toro fue para Morante de la Puebla, era un toro soso y mansurrón al que Morante lo toreó muy aceptablemente con la muleta, iniciando faena de tablas a las rayas con torería y despacio, mucha naturalidad en los redondos diestros, a más fue con la zurda mano, pero el morlaco no dio para más y el de la Puebla abrevió, enterrando el estoque quizás un poco caída con la que dio cuenta del animal. Silencio para el sevillano. Ante el cuarto, segundo de su lote, bordó el toreo con el percal toreando por verónicas y la parroquia crujió y ovaciono al espada; que inicio más torero de faena con la sarga, el burel le hizo un feo extraño y para empeorar las cosas, a Eolo le dio por soplar y el enemigo se puso difícil, cortó por lo sano, mató más bien mal y el desencanto fue general. Pitos para el diestro.

De hinojos comenzó su segunda faena Cayetano

Enrazado y pronto en sus embestidas fue el primero del lote de Cayetano, que inició su faena con cinco muletazos por alto torerísimos para llevarlo a la afueras, también buenos fueron los derechazos ligados y con empaque, por el otro pitón tres naturales bajándole la mano, entendió perfectamente a su oponente. Tomó la espada de verdad, entró a matar en la suerte natural dejando un estoconazo en el hoyo dando con sus huesos en la arena su oponente. Ovación con saludos.  Perchas por pitones tenía el quinto, segundo de su lote, al que le enjaretó una serie de verónicas genuflexas que llegaron a los tendidos, siendo muy aplaudido, tras el tercio de varas, un tercio de quites, Ginés Marín por chicuelinas y la réplica de Cayetano por gaoneras, ovación para la pareja. Como ya casi es su costumbre se descalzó iniciando labor rodillas en tierra muletazos por alto y en redondo, poniendo en pie a los aficionados, se lo sacó a los medios, en ese terreno, derechazos relajados y templados muletazos rematando con el de pecho con mucho empaque, por naturales largos y de mano baja siendo aún mejor el forzado. Estuvo en torero, siempre dándole el pecho; el final de faena fue con ayudados por alto. Entro a matar en la suerte natural, dejando una estocada hasta las cintas pero tendida, más un certero golpe con el descabello. Ovación y saluda en las afueras.

Bello inicio de faena protagonizó Ginés Marín

Bravito resultó y que embistió con codicia el que hizo tercero, con precioso color de pelo, un salinero y éste era nada menos para Ginés Marín, que por ser el triunfador del último San Isidro se había ganado su inclusión en el cartel y a punto estuvo de repetir la hazaña de abrir la puerta grande, pero carajo falló estrepitosamente con los aceros, después de una faena compacta y bien estructurada por ambos pitones; los redondos por el pitón derecho fueron de menos a más, coreados por toda la plaza con esos olés maravillosos, vaya tanda de naturales, ligados y con muchísima torería, llevando al salinero cosido en los vuelos de la muleta, el triunfo estaba más que cantado y los dos apéndices ya estaban en sus manos. Pero toda esa labor la mandó al carajo con la espada y todo quedó en una vuelta al ruedo. En el sexto estuvo muy vistoso en los lances con el percal. Con la muleta y en los terrenos de la boca de riego, buen tono tuvieron los redondos diestros como buen son también tuvieron los naturales, variados pases con la franela, destacando un torerísimo trincherazo, como epílogo bernadinas pasándose al burel por la faja. Todo iba bien hasta que cogió la tizona, primero un rotundo espadazo pero parao, teniendo que usar el estoque de cruceta en tres ocasiones. Palmas fuertes al torero, que saludó desde las rayas.

De retorno al patio de caballos: Pitos para Morante, aplausos para Cayetano y ovación para Marín.

Los toreros de plata; fueron aplaudidos con los palos Iván García que saludó montera en mano tras banderillear al quinto, así mismo fue muy aplaudido Joselito Rus por bregar estupendamente a ese toro, los dos de las filas de Cayetano.

Fotos: Muriel Feiner