Foto archivo
Corrida de porcelana y sin gas de Sánchez Arjona, la mansedumbre y falta de fortaleza fueron los ingredientes de este soso guiso. La única virtud la nobleza, resultando el conjunto manejable.
Fundido llegó a la muleta el que abría plaza. Se movió el rajado segundo. Tuvo prontitud pero se acabó pronto el tercero. Protestó, sin clase el cuarto. Casi inválido el quinto. Manejable el sobrero de Los Bayones.
Sacó partido un voluntarioso Padilla, conectó bien con un receptivo público. Ferrera, que resultó herido, refrenda su buen momento, sin materia prima.
Los matadores compartieron los palos en sus primeros turnos. Discreta brillantez, tediosos resultanron, excesiva la intervención de los subalternos para dejar en suerte al toro.
Con dos largas cambiadas de rodillas recibió Padilla al primero, un toro que cumplió en varas. Sin embargo llegó fundido a la muleta, como una baldosa, agarrado al piso. Se echó antes de entrar a matar. Voluntarioso Paquirri, decidió abreviar, mató de una estocada entera trasera y caída.
Arrolló el segundo a Juan Carlos de Alba a la salida del caballo, afortunadamente sin mayores consecuencias. Tuvo movilidad y nobleza por el pitón derecho, sin embargo se rajó muy pronto. Inteligente Paquirri le dio fiesta en los tableros, en una labor en la que primó la voluntad sobre el lucimiento. Faena medida despachada con una estocada trasera y caída.
Garboso Ferrera en el recibo a la verónica al tercero, que arrastraba los cuartos traseros. Ferrera supo darle tiempo a un toro noble y con recorrido pero con poco fuelle. Administró bien los tiempos y las distancias el extremeño. Lo empujó a embestir hacia adelante, demostrando ser un torero en sazón, muy torero. Casi todo se lo hizo sobre la diestra pues por el izquierdo protestaba más en su embestida. Le costó mucho cuadrarlo, pegado a tablas, se cortó la mano derecha en el segundo envite. No obstante volvió a la cara del toro y dejó una estocada entera, recibió siete puntos de sutura, no le impidió salir a matar el sexto.
Derribó el cuarto al caballo que montaba Justo Jaén. Desordenada resultó la lidia en los primeros tercios, tedioso tercio de banderillas. Padilla le buscó las vueltas al cuarto, un toro protestón y falto de clase. El jerezano tiró de repertorio populista, encontrando el calor de los tendidos de peñas, molinetes, circulares, martinetes, marca de la casa en un trasteo vibrante, pero carente de calidad. Contundente resultó el espadazo.
Hizo sonar el estribo el quinto en el peto. Ya en la muleta se derrumbó, demasiado hizo Paquirri con mantenerlo en pie. Nada pudo sacar de las mortecinas embestidas de "Hospedado". Desastroso Paquirri en el uso de los aceros.
El sexto fue devuelto por su falta de fortaleza. Bien presentado el sobrero de Los Bayones. Toro manejable que tuvo movilidad. Trasteo seguro de Ferrera, aunque algo crispado, faena de oficio. Resbaló en el remate de una serie, cayendo a merced del toro, se zafó gracias a sus buenos reflejos. Mató de una estocada entera delantera y desprendida.