Cartel
de máxima expectación en Pamplona. Plaza llena como todos los días. Se
lidiaron toros de Jandilla escasos de trapío para la exigencia de la
feria de San Fermín. No obstante resultó un encierro válido para los
toreros, con toros que salvo emplearse en el caballo, cumplieron en
todos los tercios. La segunda mita de la corrida tuvo calidad.
Miguel Ángel Perera: silencio y ovación
Cayetano: oreja y oreja tras aviso.
Roca Rey: Oreja y oreja que recogió la cuadrilla tras pasar a la enfermería.
Foto archivo Dos
toreros han abierto la puerta grande de Pamplona hoy. A Cayetano le han
dado los premios por eso que suele decirse: ‘Por ser vos quien sois’. No
existe otra explicación después de haber pinchado a su segundo y haber
fallado también con el descabello. Quizás este premio viniera propiciado
por la voluntad del público de querer resarcirse de la negativa de la
presidencia a concederle la segunda oreja del segundo toro. No erró el
palco: colocaciones erróneas, posturas forzadas, posición poco correcta
de las telas.
Roca
Rey tiene un toreo que podríamos llamar espontáneo. Uno nunca sabe por
dónde va a salir el peruano. Lo mismo le receta un trincherazo de
rodillas al toro que se echa el capote a la espalda en el momento menos
esperado. Fue corneado al entrar a matar al que cerraba plaza. También
fue premiado con esa segunda oreja que abriría una puerta grande
simbólica pues él tomó la de la enfermería.
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