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Plaza casi llena con tarde fresca en Cañaveralejo para presenciar la cuarta corrida del abono caleño con un legitimo triunfador, el valenciano Enrique Ponce en el mano a mano anunciado con Roca Rey.
Se lidiaron toros de Las Ventas del Espíritu Santo mejor presentados que los del día anterior pero descastados y flojos con excepción del primero que se premió con la vuelta al ruedo por cuenta de la presidencia de nombre Panelita marcado con el número 203 y los dos sobreros de Ernesto González, mansos que sustituyeron a los titulares en tercero y cuarto lugares. Pesaron respectivamente 512 – 468 – 462 – 454 bis (E.G) – 472 – 442 bis (E.G) – 478 y 510 kilos.
A manera de balance, de 13 toros lidiados del hierro del maestro César Rincón en las dos tardes, han embestido únicamente dos casualmente los que han saltado en primer lugar y a los que se les han cortado las dos orejas. El 28 por parte de Guillermo Valencia en el día de su alternativa y el 29 por parte de Enrique Ponce y que fue premiado con la vuelta al ruedo.
Enrique Ponce: Dos orejas – vuelta y ovación tras aviso Andrés Roca Rey: Silencio – palmas y palmas
Derechazo relajado de Enrique Ponce Hablar o registrar las actuaciones de Enrique Ponce siempre será un gusto por el contenido de sus lecciones que son verdaderas cátedras en las que se combinan conocimiento, inteligencia, solvencia, facultades físicas y mentales y algo de prestidigitación en donde el espectador no sabe de dónde saca esos argumentos de poder para poner a embestir a un toro, cosa que sucedió con el segundo bis de su lote que puso a embestir y a girar alrededor de su cuerpo como si tuviera un imán. No le cortó las orejas porque pinchó en dos ocasiones antes de meter la espada. El quinto se vino a menos pero también estuvo soberbio con muletazos por alto, trincherazos y toreo fundamental y estético. También se le fueron las orejas por el mal manejo de la espada. Lo sublime, lo magistral, lo artístico y genial, lo construyó con el primero de la tarde que fue un toro bueno y que entendió a la perfección para una obra de arte en la que los aficionados no pararon de ovacionar, de cantar los oles y de pronto hasta de dejar escurrir alguna lágrima de emoción. No se puede torear con más estética, con mas cadencia, con mas ritmo, con mas arte, como lo hizo Ponce con el único toro que valió de la corrida. ¡Ponce, inconmensurable!
Roca Rey se fue de vacío sin opciones De las pocas veces que no se ha visto triunfar y salir a hombros de una plaza a Roca Rey fue esta. Ninguno de sus oponentes le sirvió para la interpretación de su tauromaquia. Su primero se vino a menos pero estuvo templado y dispuesto. Media estocada y dos descabellos. Su segundo, remiso para embestir a la muleta del limeño que porfió y puso voluntad, lo despachó de medio espadazo y el tercero soso, sin emoción, teniendo que basar su faena en el unipase, pasaportando de estocada.
Fueron obligados a saludar montera en mano a Gustavo Garcìa Jeringa y Wilson Chaparro El Piña.
La quinta de abono anuncia los nombres de Miguel Angel Perera – Alberto Lòpez Simòn en su segunda comparecencia y Luis Bolívar con toros del hierro de Salento.
Fotos: Alberto Suarez
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