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No solo como torero pasará a la historia Enrique Ponce con una hoja de vida impecable en su carrera profesional, sino también como hombre sensible, humanitario, solidario y de un corazón enorme para apoyar causas sociales y más cuando se trata de niños con problemas de salud.
La ternura de Ponce con los niños El pasado jueves 11 de enero, el valenciano se hizo presente junto con otros colegas al Hospital Infantil de Manizales para conocer de primera mano la situación del establecimiento de salud. Posteriormente y como ya es costumbre anualmente, participó en el festival cuyos réditos van directamente a paliar las necesidades del hospital.
La adulación o lisonja para Enrique Ponce está más que justificada por su don de gentes, no solo por su cátedra torera sino también por su cátedra de cultura y educación, su señorío y marcada sencillez que lo eleva a un pedestal digno de su clase y categoría. |
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