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Con media plaza se han lidiado cinco toros de Monte la Ermita y un sobrero de Guadalmena (5ºbis), de distinto juego.
Luis Antonio Gaspar “Paulita”, silencio y silencio
Pedro Gutiérrez “El Capea”, silencio y oreja
Miguel Ángel León, que tomó la alternativa, oreja y oreja.
Una oreja paseó Miguel Ángel León en cada toro A pesar de las noticias que semanas anteriores teníamos, en las que se llegó a rumorear que la Feria de Valdemorillo, corría bastante peligro de salir para adelante, finalmente todo se quedó en una discusión política, como suele ocurrir en la mayoría de los casos. Y si que pudimos acudir a la tradicional feria de San Blas y la Candelaria, que tiene el prestigio de abrir la temporada taurina. En estos últimos años, viene siendo habitual una corrida de toros de la ganadería de Monte la Ermita, que antiguamente era de Carmen Segovia. De las vistas en este mismo coso, este año fue la que menos juego dio de todas. El único que se salvó fue el primero de la tarde, un animal encastado y enrazado, sobre todo en el último tercio y que desbordó al novel Miguel Ángel León. El resto fue un desfile de falta de casta y raza, incluso alguno de ellos dio claros síntomas de mansedumbre. El quinto de la tarde que fue devuelto a los chiqueros, ya que salió descoordinado, le sustituyó un animal con el hierro de Guadalmena que lidia mañana en este mismo coso, tuvo una gran calidad, pero nula raza y acometividad, por lo que no transmitía nada de interés a los tendidos.
Salió triunfador el joven espada Miguel Ángel León, que hoy cambiaba de escalafón, tomando la alternativa. Ante su primero, un burel que exigía llevarlo siempre muy toreado y sometido por bajo, no supo entenderle y lo estuvo llevando siempre a media altura, colocado muy fuera de sitio. Se le pidió una oreja y hubo una fuerte petición de la segunda que hizo bien el presidente en no darla, ya que no quiso convertir el espectáculo en una verbena de triunfalismo. Con el que cerraba plaza, un animal que echó muy pronto la persiana, manseando de manera clamorosa desde el inicio de faena, el diestro abusó del toreo accesorio, con muchos gestos a la galería. El público le volvió a premiar con una oreja, después de matarlo con una estocada defectuosa de colocación.
También cortó una apéndice Pedro Gutiérrez “El Capea”, que hoy hacía su presentación en el coso. Ante su primero, un animal que iba, pero faltándole mucha casta y raza, no dijo mucho de interés, llevándolo bastante fuera de sitio. En este primero no estuvo nada acertado con el verduguillo. Ante el quinto, el sobrero, que tuvo una gran calidad en sus embestidas, pero mucha sosería el espada salmantino lo llevó con un poco mas de templanza y calidad, pero le faltó un poco mas de profundidad a los muletazos. Aunque corría el riesgo que si le obligaba en su viaje, el animal claudicara. El público quiso ser cariñoso con él y le pidió la oreja.
El que ya viene siendo un habitual en esta feria, es el aragonés Luis Antonio Gaspar “Paulita”, que hoy ha tenido que pechar con el peor lote de la tarde. Solo pudo demostrar su concepto un poco mas ante su primero de la tarde, pero era un animal muy falto de todo, por lo que tenía que ponerlo todo el de luces. Este bastante fallón con el verduguillo. Con su segundo, un animal que desde los primeros tercios, estuvo muy parado y aplomado, no pudo darse mucha coba.
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