Rafaelillo doblándose con el toro

El primero del encierro dio problemas a su matador que no era otro que Rafaelillo; hay que destacar que estuvo muy lucido con el percal, saludando al burel con un buen ramillete de verónicas rematada con media belmontina y las palmas tronaron para el Murciano. En los medios brindó al respetable su faena y muerte, con las sarga inicio labor con doblones por alto y por bajo que se aplaudieron con fuerza, por el pitón derecho tuvo que perderle pasos ya que el escolar le avisaba por ese lado, igual pasó con el otro pitón, no le quedó otra que pelearse con el bichito. Nada fácil era matarlo, los pinchazos se sucedieron, hasta que por fin logro dejar una estocada entera en buen sitio y muriendo el escolar. A su segundo lo lidió con maestría con la capa, fue una pena que al inicio de faena no logró hacerse con él por el izquierdo, más parecía que lo estaba lidiando, la faena fue más bien anodina. Lo entregó a las mulillas de pinchazo y entera trasera y desprendida, fea rueda de peones, para dejarlo listo para el verduguillo que solo fue un solo golpe.

Robleño con la diestra

Supo llevarlo bien Robleño con el capote; con la muleta empezó mejor que mejor, pero luego no sé lo que le pasó por la cabeza, que se dejó ir uno de los buenos toros de Escolar quizás el más noble del encierro, algo mejoró su quehacer al final de labor. Lo mandó a desolladero de estocada y dos golpes de cruceta. El quinto era un toro sin fijeza, se dolió en banderillas y sacó peligro en el último tercio, tirando hachazos, por ello las zapatillas no estuvieron quietas evitando así los derrotes, le tocó los costados y cuando el toro cuadró, con habilidad lo despachó con ¾ de espada desprendida y perpendicular, cuatro golpes con el de cruceta.

Qué naturales dio Bolívar

Poca fuerza tenía el tercero para el colombiche Luis Bolívar. Cuidado tenía que tener con el de Escolar, la consecuencia fue sencilla que la faena no tomó vuelo alguno, siempre estuvo fuera de cacho terminando aburriendo al personal, eso sí se esforzó a la hora de matarlo, ya que tras la estocada buena pero algo tendida del que salió casi sin puntilla. Lo gordo llegó en el sexto, primero con el percal, tres verónicas de dulce y la media, ovación para el de Cali. Con la vara destacó Félix Majada con dos puyazos en lo alto tras las dos excelentes embestidas del encastado “Chupetero” que fue de largo y sin rehuir la vara, en el segundo tercio, uno de los mejores de la feria saludaron montera en mano Miguel Martín y Fernando Sánchez. A los medios y esta vez consciente de lo que hacía Bolívar brindó al público su labor y qué labor señores, hacía muchos años que yo no presenciaba unos naturales tan buenos como los ejecutó Luis, cada natural era coreado con olés de los parroquianos, toda esa excelsa labor fue por el pitón zocato cada pase fue de antología, la plaza se rompía aplaudiendo al colombiano, el final con el pase de desprecio terminó convenciendo a todos de que estábamos presenciando una faena para la historia, también lo hizo por derechas pero ya no tuvieron tanta altura como los zurdos. Con la espada se volcó sobre el morrillo del cornúpeta dejando una buena estocada emborronada con tres golpes de verduguillo y los dos avisos. Pudo ser un triunfo de los gordos, pero no fue posible. Enhorabuena Luis Bolívar.