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Cuarta
novillada de la Plaza de toros Arroyo, con plaza llena. Se lidiaron
cuatro novillos de Xajay, desiguales
de presentación aunque todos cumplieron. En cuanto al juego se dejaron meter
mano con la muleta en términos generales, con sus respectivos matices. Los de
mejor juego fueron el tercero, premiado con arrastre lento, y el cuarto. Ambos
tuvieron clase, aunque no tanta acometividad. Actuaron los siguientes
novilleros: José María Hermosillo: oreja y vuelta al ruedo. José Sainz: oreja y vuelta al ruedo tras
aviso. Partió
plaza como sobresaliente Hidalgo García. Las entradas en Arroyo. Foto: Plaza de toros Arroyo El primer
mano a mano de la temporada novilleril de Arroyo cambió significativamente la
tónica de la temporada. Hasta ahora los festejos tuvieron dos partes muy
marcadas: por delante iban dos chicos con algún tiempo en la brega que, con
mejores o peores condiciones según el caso, salían a flote de la papeleta. El
resto del festejo se componía de alternantes muy nóveles, verdes, que apenas le
están tomando el sitio a los novillos. En esta ocasión nos saltamos la segunda
parte, y disfrutamos de un festejo mucho más uniforme, cimentado en el rodaje
de dos chicos que ya apuntan hacia la alternativa.
Es el caso
de José María Hermosillo, un joven
que ya tiene planta de profesional, además de un estilo muy definido, y la
versatilidad suficiente para echar mano de sus recursos. De tal modo que lució
recio y mandón con el abreplaza, Buen Amigo
–n. 45, 402 kg.–, que recortó su viaje y se debilitó tras de una vuelta de
campana. De tal suerte que era menester del novillero estar muy firme, ganando
la intención y sobreponiéndose a las ganas de coger del novillo. Así lo hizo,
quizás con el único defecto de mostrarse acelerado y un poco brusco. Mató de
estocada apenas contraria y cortó una oreja. Échate otra –n. 38, 386 kg.– le permitió
mostrar dos facetas al hidrocálido. Por un lado, la del torero que aprovecha su
físico, alto y largo, para despatarrarse y correr la mano de aquí hasta allá. Lo
logró cuando el novillo se arrancó alegre y con clase. Desde la salida el de Xajay manseó, se dolió de la vara, y
rascó la arena acobardado. A pesar de cierta mejoría, el novillo se paró, y Hermosillo
echó se echó a la carga recortando las distancias para torear por parones, en
un palmo de terreno, y vertical. Es decir, dos planteamientos muy distintos en
una misma faena, gustando y emocionando. Mató de dos pinchazos y estocada caída,
por lo que todo quedó en vuelta al ruedo. Los despojos de Échate otra recibieron un arrastre lento desmedido. José María Hermosillo. Foto: Plaza de toros Arroyo José Sainz es de otro corte. Físicamente es
mucho más bajo que su alternante, y hace el toreo vertical y relajado. Botonazo –n. 65, 382 kg.– hizo segundo
de la tarde, un novillo feo de tipo, corto de cuello, veleto, cariavacado. De
salida hizo cosas de parado y probón. Hacia el segundo tercio, y tras de un buen
puyazo de César Morales, se mostró suelto. En la muleta rompió a bueno al inicio de
la faena, repitiendo franco por el lado derecho, y acudiendo con buen estilo
por el izquierdo, aunque por ese lado fue más reservón. El potosino basó su
labor en la ligazón por el derecho, que alternó con los adornos cambiándose la
mano, muy templado. Posteriormente el novillo hizo por rajarse y la faena perdió
vuelo por el terreno de tablas. Mató de estocada trasera para cortar una oreja.
Muy bien
presentado fue el cierraplaza Arquitecto
–n. 72, 422 kg.–, tal vez el de mejores condiciones del festejo. Sin embargo
fue un novillo un tanto débil, que pasó con un simulacro de puyazo, y sin duda
con más nobleza que bravura. En quites alternaron el sobresaliente Hidalgo García y el novillero en turno,
que vaya si se gustó en la navarra. La faena fue otra con pasajes muy
brillantes, quizás no con la ligazón y continuidad ideal, pero sí con sitio y
temple, con buenos procedimientos y buen gusto. Cuidó mucho al novillo, a media
altura, basándose en pitón derecho pero reventando en los cambiados de mano. De
entro de este chaval reposa un gran intérprete del toreo al natural. Mató con
bastantes problemas tras un aviso y dio la vuelta al ruedo. José Sainz. Foto: Plaza de toros Arroyo Cabe
destacar que, en cuatro festejos, la plaza del restaurante Arroyo ha registrado
prácticamente cuatro llenos, algunas tardes con más apreturas que otras. Este
escenario de excelentes entradas consecutivas no se había presentado en ya
varias temporadas. El ciclo novilleril Soñadores
de Gloria ha levantado el ambiente tanto en La Florecita como en Arroyo, y
seguramente continuará por la misma línea con los siguientes carteles. La
pregunta de los cuarenta y cinco mil es...
¿Lograrán nuestros novilleros levantar la Plaza México? Ya veremos. Mientras
tanto, el próximo sábado Francisco Martínez
y Héctor Gutiérrez despacharán
novillos de Pozo Hondo. |
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