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La Monumental Plaza de Toros Quito, es un escenario privado de la ciudad capital ecuatoriana, que debía ser dedicado a la tauromaquia. Se encuentra ubicado en la parroquia Jipijapa, al centro-norte de la urbe, en la confluencia de las avenidas Amazonas, Juan de Azcaray y Tomás de Berlanga. Constituyó un punto de referencia, en torno al que se levantaron negocios como un importante sector comercial y, algunos de los restaurantes especializados. El día de hoy, la parte comercial ha disminuido y, cerca está la estación de partida en el norte de la ciudad, del metro que se construye en ella, y que estará terminado para el próximo año.
“Fue inaugurada el 5 de marzo de 1960, con la actuación de los toreros Luis Miguel Dominguín, Pepe Cáceres y Manolo Segura. Ese mismo año se realizaron otras dos temporadas taurinas: en junio y en diciembre (esta última, auspiciada por la Cámara de Agricultura (propietaria en ese entonces del coso taurino) y, fue la primera feria en honor a la fundación española de la ciudad, el 6 de diciembre del año de su inauguración. La Monumental tiene una capacidad para 15.000 personas y, han pasado por su arena las figuras más representativas del toreo mundial. Antecesoras del también llamado coso de Iñaquito (por el sector histórico en el que se ubica) fueron las tradicionales plazas de Larrea, Guangacalle, Arenas y Belmonte, todas ubicadas en el centro histórico de la ciudad, y de las que sobrevive únicamente la última” (1). Plaza de Toros Quito. Foto archivo
Mucho se ha hablado sobre lo que ocurrió en los interiores de la consulta pues, incluso se llegó a decir que “había existido un pedido del presidente de la Corte Constitucional de algún dinero, para declarar inconstitucional la pregunta pero, que no fue atendido por los propietarios del coso taurino y de la empresa organizadora”. ¿Será verdad aquello? Yo por lo menos, me resisto a creerlo pues, conozco muy bien a los hermanos Salazar. ¿Acaso fue falta de afición? Definitivamente yo creo que no pues, aparte del manejo de la organización de las ferias, con la ayuda de Doña Caridad Vela y Doña Catalina Chiriboga (ninguna de ellas pertenece ya a la empresa), cada una a su tiempo, el trabajo que realizaron, siempre fue bueno. Además, son los propietarios de tres ganaderías de reses bravas: Vista Hermosa, Mirafuente y Albaserrada, por ningún motivo pueden no tener una gran afición.
Lo que sí es verdad, es que los enemigos de la tauromaquia o “seres raros” como yo los llamo, teniendo a la cabeza a los “seudo politiqueros de izquierda” de la tan mentada y nefasta Revolución Ciudadana (Socialismo del Siglo XXI), fueron los que hicieron horrores, con el único objeto de terminar con la fiesta brava en el país, aunque sus mañosas actuaciones, impidieron que esto sea una realidad, ya que, actuaron inconstitucionalmente y, en 98 de los 210 cantones de Ecuador, si se pueden realizar festejos taurinos a la usanza española, es decir, donde sí se mata al toro bravo en la arena. Confiemos que pronto, termine tanta miseria y, legalmente, vuelva a brillar en el país, el respeto y la libertad, para que no termine en escombros la Monumental Plaza de Toros de Quito.
(1).- Información histórica de la ciudad
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