Debería ser motivo de orgullo que el coso mayor llamara tanto la atención en una temporada importante que fuera reconocida y recordada por grandes hazañas en el redondel, pero ese orgullo se vuelve decepción y tristeza cuando estas hazañas son… no hay palabras.
No es necesario recordar todo lo ocurrido en varios años de gestión. Pero bien, quedémonos en el presente.
El coso mayor lo único que ha provocado son fricciones entre todos los sectores taurinos, no sólo de nuestro país, sino que ha ido más allá de nuestras fronteras afectando relaciones taurinas importantes.
Todo es una cadenita: Divisiones y pleitos con la Asociación Nacional de Matadores de Toros y Novillos, Rejoneadores y Similares, quienes a su vez tienen fricciones con los subalternos mexicanos.
Nuevamente la cadenita, la Asociación de Matadores tiene que castigar toreros –los toreros españoles El Fandi y Finito de Córdoba, el rejoneador Rodrigo Santos, y lo mexicanos de a pie, Humberto Flores y Christian Ortega- porque el coso mayor hace su “hazaña” en un cartel fuera de lo establecido en el Convenio Hispano-Mexicano. Obvio, también los toreros sabían lo que ocurriría y se la jugaron al no respetar el convenio.
Continúa la cadenita. Se anuncia la ruptura del convenio -la cual no se concretó en ese momento- tras las sanciones establecidas por la Asociación de Matadores y, según lo acordado en la asamblea se deben aplicar castigo a quien actúe con los infractores.
Resulta que en el cartel de este domingo se anuncia a un diestro español –Antonio Barrera- al cual, obviamente se sancionaría pues se encuentra anunciado Humberto Flores, por lo que la Nueva Asociación de Matadores Españoles decide romper el Convenio Hispano-Mexicano.
En resumen: Lo que será recordado en esta temporada es una gran hazaña: Desestabilizar al MUNDO TAURINO, lo difícil, lo que parece imposible, se hizo fácil… real. Provocado por tan sólo UN COSO, nadie más.
Toreros y subalternos han resultado afectados durante muchos años, empresarios que tienen que rearmar sus ferias, ganaderos que cambian sus corridas, dos países que rompen relaciones y por último, lo más importante: LA AFICIÓN que ha optado por no asistir.
Tuvieron que ser los españoles quienes rompieran el Convenio Hispano-Mexicano, hay que tener muy en cuenta eso, los mexicanos no se atrevieron a dar el primer paso, aunque ahora todo hace parecer que la Asociación de Matadores se mantendrá firme. ¿Será prematuro darles la enhorabuena?
¡Vaya gran "hazaña" por la cuál será recordada la Temporada Grande 2005-2006! Que pena, que vergüenza…