El nombre de Pajarito le ha dado la vuelta al mundo. Se habla por todas partes, en programas de televisión de chismes, deportes, noticiarios, concursos, etcétera, lo mismo ocurre en la radio y en los periódicos, de un toro que brincó al tendido, que pudo causar una masacre pero, quién se acuerda de la faena de Pablo Hermoso de Mendoza. ¡Nadie se acuerda! ¡Nadie la menciona!
Es cierto, la noticia se tiene que difundir porque es algo que jamás había sucedido en el coso mayor, pero qué pasa con el resultado del festejo. Lo que vende en el toro, es la tragedia, el torero herido y el astado que causó el hecho.
Hablando acerca de las propuestas para que no vuelva a suceder lo mismo del famoso Pajarito, se debe bajar el piso del ruedo y subir las tablas, no hay más. Gran cantidad de toros brincan al callejón cada temporada y nadie había analizado el por qué o, ¿acaso todos los toros son mansos o a todos se les acaba un ruedo inmenso? Acerca de los techos de concreto habría que quitarlos y colocar unos movibles.
¿Se imaginan si pusieran un segundo cable? Primero, disminuiría la visibilidad cuando menos de las primeras tres filas de barreras y, en caso de romperse, mejor ni imaginar lo que ocurriría. Afortunadamente Pajarito sólo aplastó el cable, pues si se hubiera reventado, mejor ni le cuento, pues está “tenso”; un verdadero látigo de acero.
Pero regresemos a esa gran faena de Pablo Hermoso de Mendoza que por principio de cuentas en ese momento hizo olvidar lo ocurrido minutos antes en las barreras. Fue una faena grande, de un verdadero maestro. En lugar de seguir recordando la tragedia de Pajarito, porque no admirar la gran actuación del caballo Chenel, quien nos hizo recordar al gran Cagancho.
Este domingo disfrutamos de una extraordinaria doma de los caballos. Las faenas son del mismo esquema, sólo que con matices diferentes. Definitivamente un artista que marca el antes y el después en el rejoneo.
Pero desafortunadamente todo se ve manchado por el amarillismo. Pajarito voló, y la faena de Hermoso de Mendoza, también. Pocos le dieron la importancia a tan grandioso acontecimiento. Una faena más completa, de mayor intensidad y conjunto que aquella de la tarde del 5 de febrero del 2000 cuando le cortó el rabo a Preferido de Javier Garfias.
Se ha dejado de hablar de toros en televisión, la radio y muchos periódicos, salvo en los carteles de aniversario del coso mayor y ya. Lo demás no importa, ahora ni siquiera el gran Pablo Hermoso con su maravillosa actuación pudo acaparar un pequeño espacio.
Viene ahora la salida del todavía arrendatario del coso mayor y se ha empezado a hablar nuevamente. Obvio, sensacionalismo. No creo que en verdad le interese a todos aquellos programas que mostraron "el vuelo del toro", en qué manos caerá la fiesta en la capital.
Hablemos de toros, de lo que suceda en el ruedo, de las faenas, las actuaciones de los toreros, del juego del toro. Olvidemos el incidente, es algo que difícilmente volverá a ocurrir. Y a todos esos grandes medios de comunicación que le dieron la vuelta al mundo a Pajarito, hagan lo mismo con nuestra mermada fiesta. Ayuden a levantarla, viene un cambio importante...