En este largo tránsito por diferentes plazas nacionales de primera, segunda y tercera categoría, es evidente algo que se comenta con insistencia por parte de los aficionados asistentes: “LOS TOREROS YA NO SE QUIEREN ARRIMAR”.
Los mismos diestros son los que se están encargando de sacar al público de las plazas con sus faenas mentirosas, tramposas y llenas de mañas y ratonería.
Con algunas excepciones los toreros venidos del otro lado del continente con el rótulo de FIGURAS, hoy día vienen a America a ganársela fácil con el fabricado “torito” de cuerda que va y viene sin importarles para nada el esfuerzo del aficionado que paga un boleto costoso. ¡Ay! del toro complicado, con raza, que plantee dificultades al torero…, sin más dilaciones, la espada y a despacharlo. Esos toreros de arte pero además lidiadores, ya no existen.
Presentación de Cayetano Rivera Ordoñez en la reciente feria de Cali
Lo que si es cierto, es que sus altísimos emolumentos tienen que ser los exigidos por ellos o a través de sus apoderados mas unos ítems condicionantes adicionales: “Nosotros no abrimos plaza”, “Las fechas no nos sirven”, “Esos toros no dan garantía, queremos tal o cual ganadería”, “Con esos toreros no toreamos”, etc., etc. etc.
¿Tales exigencias, si estarán acordes con su actitud profesional y desempeño ante el toro? Pareciera que no. Cada vez más aliviados, cada vez menos comprometidos con la afición, cada vez más cicateros con su exposición, cada vez más ventajistas.
Es hora ya señores con el rótulo de FIGURAS de hacerse una reflexión y pensar en que tanto cúmulo de factores beneficiosos para ustedes y de poca retribución artística para el aficionado, terminará por aburrir a los ahora escasos románticos de la fiesta y a los muchos de una nueva generación que esperan de ustedes como supuestas FIGURAS, el muletazo ceñido, ajustado, profundo y que provoque la consabida emoción. De lo contrario, los únicos que se cargarán la fiesta, son quienes con todas sus pretensiones y exigencias, se visten de toreros.
Las empresas que rigen los destinos de las diferentes plazas colombianas, debiesen poner el Tate-quieto respectivo a tanto atropello y contrasentido cometido por las FIGURAS que no quieren otra cosa que venir a pasar el invierno europeo a nuestras plazas, llevándose el dinero sin exposición ninguna.