Desde tiempos inmemoriales y aún ahora en la educación básica media y superior, las instituciones a nivel mundial califican al ser humano según su carácter, modales e interpretación de sus obligaciones con las consabidas CONDUCTA Y DISCIPLINA.
El viejo diccionario Larousse indica las siguientes definiciones con respecto a las dos palabras:
CONDUCTA: Manera de conducirse o portarse. Sinónimo de comportamiento, proceder o porte.
DISCIPLINA: Observancia de los reglamentos de una profesión o instituto.
En el tema taurino y más en ésta profesión tan dura, de tanto sacrificio y esfuerzo, donde a diario se generan intrigas, envidias y egoísmos, cabe perfectamente la posibilidad de pensar sobre si realmente quienes se colocan por delante de los bovinos bravos, poseen CONDUCTA y DISCIPLINA intachables.
Con muy pocas excepciones y contados con los dedos de la mano, surgen y salen catapultados por sus triunfos, las llamadas Figuras del Toreo que denodadamente, viven, trabajan, luchan y se proponen metas para llegar a esa cumbre que no se logra si su CONDUCTA está cuestionada o su DISCIPLINA riñe con los reglamentos de la profesión.
Es triste ver novilleros que apenas comienzan su andadura, con problemas de CONDUCTA y carentes de la DISCIPLINA necesaria para destacarse, teniendo a veces aptitudes y actitudes para ser toreros; sin embargo logran doctorarse pero con un horizonte oscuro cuyo único objetivo es el de tratar de sobrevivir fugazmente en la profesión, sin ningún tipo de aspiración mayor quedándose en la mediocridad y sin fijarse un camino con un derrotero claro y expedito.
CONDUCTA y DISCIPLINA en el ser humano, van de la mano como van de la mano el ARTE y VALOR. Los elementos citados, son factores determinantes que se conjugan, engranan y armonizan para llegar a la casi perfección de la profesión de matador de toros.
Es lamentable que la mala CONDUCTA de un torero, desemboque en la falta de DISCIPLINA, con situaciones de toda índole irrespetuosas e irresponsables a todas luces reprochables, maltratando el fundamento básico del oficio y hundiendo con su actitud cualquier posibilidad favorable para su contratación.
De tal suerte, que en el orbe taurino las pocas figuras son figuras y se mantienen en un sitial prominente, por su CONDUCTA y DISCIPLINA, siendo imprescindibles en todas las ferias, mientras los otros en el ostracismo, jamás obtendrán lo conseguido por sus colegas con las virtudes del respeto, responsabilidad, esfuerzo, dedicación, ambición y lucha.