En base al número de corridas que se suelen realizar en el país, vamos a hacer un estimado de la población ganadera de lidia en el Perú. (El Ministerio de Agricultura no tiene datos). Por ejemplo calculamos todo en base a los 500 festejos constatados en varios años, en los cuales de promedio se han lidiado 4 ejemplares.
500 x 4 = 2,000 machos de 3 años (incluimos las corridas de toros que no pasaran de 10 en el año con toros de por lo menos 4 años). Se supone que de tres años se tentaron en las ganaderías 2,000 hembras (50% de cada sexo).
De dos años hay pues otras 4,000 cabezas (erales o becerros/as), lo mismo que de un año (añojos/as), e igual número de terneros/as. Lo que sumara en total 16,000 cabezas.
Si consideremos ahora que hay un 50% de pariciones al año que son las 4,000 cabezas de cada año, entonces hay 8,000 vacas de vientre.
Con lo cual llegamos a las 24,000 cabezas, a las que hay que sumarle unas doscientas más de sementales y llegamos a las 24,200 cabezas en total. Hemos calculado las reses de pura casta en el país. Pero a lo largo y ancho de él, se dan muchos festejos con ganado de media casta y/o cunero (de la región), por lo que la población ganadera que se lidia en el Perú debe ser el doble.
Es un importante rubro en la economía pecuaria nacional, que a petición del Comité Nacional de Criadores de Ganado de Lidia en 1984, entonces presidido por este cronista, en plena parcelación y asaltos terroristas, cuando se diezmaban las ganaderías, fue declarado por el presidente Fernando Belaúnde por Decreto Supremo Nº 011-84-AG que no está derogado y en plena vigencia, que en su articulo 1 dice: “Declárese de interés nacional la crianza del ganado vacuno de lidia y por lo tanto especie a preservar”.
El Ministerio de Agricultura debería ocuparse del asunto, empezando por abrir el libro de Registro de la Raza, con declaraciones de nacimientos de las ganaderías constituidas y muchas más en formación, de pura casta que hay en el país, que así verían que el Estado se preocupa por ellos y reconoce el tremendo efecto multiplicador económico que generan con la realización de las corridas de toros, Fiesta Nacional en el Perú, pues la mayoría de las poblaciones celebran su Fiesta patronal con uno o mas festejos taurinos.