Bien ha iniciado para El Payo la temporada en La México, no es la primera vez que sucede. Hace tres años cortó dos orejas a un toro de regalo, pero la verdad fue después de una revolcada, producto de euforia momentánea, más de valor que de buen toreo.
Aquel día fue con un toro serio de Santa María de Xalpa que, curiosamente, no se reseñó durante el sorteo, alternaba con El Zotoluco y Enrique Ponce.
Con patas para gallo
Después hubo tardes en que no se le dieron bien las cosas. La gente lo hostigaba, el torero se arrimaba incluso de más y cuando los toros lo alcanzaban le pitaban, le reprobaba la labor encimista. Prácticamente fueron dos temporadas así.
Hasta que llegó el 4 de noviembre de 2012, la segunda corrida de aquella temporada. El público seguía de uñas con el queretano, saludaron el tercio Macías y Talavante, El Payo intentó hacerlo pero lo regresaron a chiflidos.
Aquel domingo hacía mucho frío, los tres diestros le brindaron al gran Joaquín Sabina que se encontraba en el callejón de La México.
Salió el tercero de la tarde: Cachetón de Barralva de encaste mexicano. Octavio le hizo una faena pulcra, templada, por pinchar sólo salió al tercio, pero recibió una ovación fuerte de reconocimiento a una labor torerísima. A su segundo, Maitecho, el queretano lo aguantó de verdad, realizó una faena calentando al friolento público hasta emocionarlo. El diestro pinchó, dos descabellos y aun así piden la oreja que se concede. ¡Oreja de peso!
Una de sus mejores faenas en México, también con un Barralva, Novbre. del 12
Esa temporada haría otro paseíllo: el 5 de febrero; esa noche volvió a estar valiente.
En el serial pasado volvió a estancarse por lidiar ganaderías con sangre de atole. Le cortó una oreja protestada al primero de su lote y las dos a un novillo de regalo de Fernando de la Mora, poco se lo tomaron cuenta. Reapareció hasta la corrida número 18 otra vez con Fernando de la Mora; el segundo de su lote lo protestaron por chico, lo sustituyó otro más o menos de la misma catadura, su actuación pasó desapercibida.
En la inauguración de esta temporada Octavio García volvió a generar interés, no tanto por los premios, quizá la segunda del quinto de la tarde fue exagerada. Sin embargo, El Payo se dejó de cuentos y poses, se comportó como el torero que tiene posibilidades de alcanzar a los coletas mexicanos que interesan a los aficionados.
Nadie puede negar que, desde su debut en la plaza México sorprendió con su valor, fue un novillero arrebatado que le iba al toro con gusto, con afición. Así fue su época novilleril en España donde tuvo tardes importantes.
Mal planeada estuvo la alternativa que tomó en Pachuca. Su administración no tuvo empacho en que el doctorado lo hiciera con reses sin trapío, prácticamente se hizo matador de toros con novillos. Confirmó en Madrid dando una vuelta al ruedo. Hace un par de temporadas en la plaza de la capital española tuvo una tarde desafortunada.
Octavio García González tiene 25 años de edad y 6 de alternativa, justo el domingo pasado los cumplió.
Si se decide a tener una carrera seria en México, matando toros auténticos y regresa a España a picar piedra nuevamente, puede recuperarse como alguien importante; en él hay un torero. Siempre he creído que El Payo tiene patas para gallo.