La tecnología que nos invade y, a su vez, tanto nos reconforta y ayuda, por momentos, en algunas ocasiones, puede ser un arma mortífera, máxime cuando es utilizada por manos repugnantes que, como se sabe, utilizan todos los medios tecnológicos para ejercer la maldad y, en el mundo de los toros no hemos escapado de dicho maleficio.
El irrepetible Paco Cano
Digo todo esto porque hace unos días se publicó en Internet la noticia de que había muerto el gran fotógrafo, Paco Cano. Seguramente, el mal nacido que publicó dicha noticia querría hacerse el gracioso y, el disgusto que nos dio a todos resultó monumental, todo hasta que pudimos constatar que gracias a Dios, Paco Cano sigue tan vivo como siempre y, lo que es mejor, pese a sus 102 años, con más ilusión que nunca.
Portada de MITOS, el genial libro de Paco Cano
Al respecto, hay que tener mala entraña para publicar este tipo de noticias tan sangrantes como bárbaras, máxime por la inexactitud de la misma; es decir, por ser mentira. Es cierto que, dichas afirmaciones, por ser falsas, no se le deben atribuir a nadie y, mucho menos a un ser entrañable como Paco Cano al que todos queremos y admiramos.
No sé si el citado Paco Cano habrá sido testigo directo de la noticia, es decir, posiblemente, él ni lo ha visto publicado; pero de que se lo contaron, con toda seguridad. Fuentes muy allegadas al entrañable fotógrafo nos han contado que, al saber Cano la noticia exclamó: “¡Tan joven y ya me quieren enterrar!” Una vez más, el sentido del humor de Paco Cano ha florecido desde el fondo de su alma; nadie, en su lugar, hubiéramos sido capaces de hacer un chiste al respecto; todo lo contrario, furiosos, hubiéramos ido en la búsqueda y captura de tan asqueroso personaje que promulgó una falsedad tan ignominiosa.
La foto con la que se inmortalizó Paco Cano
Como no hay mal que por bien no venga, aprovechando la coyuntura de tal “funesta” noticia, una vez más tenemos la oportunidad de rendirle culto y admiración a un personaje de leyenda como Paco Cano. Entre muchos millones de fotografías, MITOS, el libro maravilloso al margen que editó el pasado año, gracias a Paco Cano, el mundo entero pudo ver las imágenes de aquel 28 de agosto de 1947 en que, Islero, aquel toro de Miura, segaba la vida de Manuel Rodríguez Manolete. Y, paradojas del destino, aquella tarde, Paco Cano iba como fotógrafo del gran Luis Miguel Dominguín y, como digo, gracias a dicha coincidencia, Cano, inmortalizó para siempre las imágenes que le dieron notoriedad y categoría en todo el mundo.
De nuestra parte, amigo Paco Cano, tras repudiar al indeseable que filtró dicha noticia, aprovechamos ahora esta oportunidad que nos brinda para desearle felices fiestas y, lo que es mejor, que siga muchos años entre nosotros, justo como lo está haciendo ahora, inmortalizando a los personajes del toro. Que Dios le siga bendiciendo.
Fotos: Libro Mitos, de Paco Cano