S.I.15.- Sí, ya se que en tardes como las de hoy esa palabra, caballos, es la más nombrada por todo el taurinismo. Por encima del nombre de los caballeros rejoneadores, la gente suele decir que va a los caballos. A diferencia de las corridas de a pie que la gente va a los toros (aunque luego no los haya, al menos como es exigible).
Hace tiempo, de forma despectiva, se decía caballitos. Entonces primaba más conocer el nombre de los rejoneadores para animarse a ir a un festejo. Hoy, hemos evolucionado, se conocen los nombres de muchos caballos, de esos caballos toreros, que es como hay que llamarles.
Trasciende, seguramente desde Cagancho, el nombre de muchos de los caballos que torean una tarde. Cagancho, de Pablo Hermoso de Mendoza, fue el caballo que revolucionó este espectáculo y que hizo que se les conociera por su nombre a muchos de ellos. A eso ha ayudado el que durante las corridas se enseñe un cartel a los espectadores con el nombre de los mismos. Es lo justo. Se sabe el nombre del toro y su lidiador, cómo no dar a conocer el nombre de esos caballos que, con permiso de sus jinetes, son los verdaderos toreros en la plaza.
Homenaje a estos caballos toreros. Foto: Muriel Feiner
Hoy hemos visto, al igual que el otro día estuvieron Sueño, Milagro, etc., otros que han hecho las delicias de los espectadores. Caballos con nombre propio, caballos con sentimientos propios al margen de la doma de sus jinetes.
Gallo, Rubia, Melero, Moraito.. de la cuadra de Fermín Bohórquez; Napoleón, Disparate, Berlín, Dali, Ícaro, Pirata… pertenecientes a la cuadra de Pablo Hermoso o Caparica, Amatista, Verdi o Xarope de la de Leonardo Hernández. Todos caballos toreros, con nombre propio, que hoy actuaron entre otros en Madrid. Un homenaje desde estas líneas a estos caballos con alma de toreros.
Segunda salida a hombros de Leonardo Hernández en esta feria. Foto: las-ventas
Los jinetes no tuvieron la misma fortuna. Leonardo Hernández estuvo sensacional en el primero de su lote y bien en su segundo. Tres orejas y nueva salida a hombros en este San Isidro.
Hermoso de Mendoza estuvo fatal con el rejón de muerte, fallando repetidas veces en sus dos toros, lo que le ha privado de haber cortado trofeos y de acompañar a Leonardo. La hermosina se hizo presente con Disparate y cautivó al personal, pero no era su día con el definitivo.
Fermín Bohórquez, en este día especial de su despedida de Madrid, no ha tenido suerte con el lote y ha visto silenciada su labor. Su sobriedad se ha visto empañada por la violencia del primero y la mansedumbre de su segundo. Triste adios, que solo ha sido ovacionado por algunos cuando cruzó el ruedo camino del patio de caballos.
El encierro de San Pelayo, remendado por uno del Capea, ha manseado en exceso, pero han sido encastados y han puesto las cosas difíciles a la terna. Nada que ver con sus hermanos del pasado sábado, que dieron todo tipo de facilidades. Sin embargo, ese juego encastado ha permitido que la tarde estuviera llena de emociones ante los constantes intentos de cornear a las caballerías.
Leonardo, con la actuación compacta de hoy y sus dos puertas grandes, se pone en primera posición para ganar el título de mejor rejoneador de la feria. De momento es así, pero han de pasar otros rejoneadores antes de cantar victoria.