No fueron pocas las lamentaciones de quienes quisieron como en años anteriores hacer el cubrimiento radial, escrito o visual mediante el arte fotográfico de la Feria de Cali que acaba de concluir y no pudieron.
Reconocidos periodistas, gente del toro que ha estado vinculada durante toda su vida a la actividad taurina y gente del común que quiere incursionar en la fiesta, se vieron menospreciadas por las directivas de la Sociedad Plaza de Toros de Cali que pusieron talanqueras, obstáculos y palos en la rueda para la ejecución de labores profesionales y a quienes apenas comienzan a conocer del tema.
Somos absolutamente respetuosos de las nuevas políticas de la empresa pero no compartimos sus formas, invitándolos a reflexionar para replantear las equivocadas normas que atentan no solo contra las personas sino también contra la fiesta. Mientras más difusión, más beneficio para todos.
Otro capítulo serio para analizar es el de la selección de ganaderías que infortunadamente en el año 2015 no llenaron las expectativas y el balance está más por lo negativo que por lo positivo. Corridas remendadas que hacía muchos años no se veían en Cañaveralejo con ejemplares rechazados por la junta técnica después de visualizar su falta de trapío en algunos ejemplares. La comisión de encierros para la feria del 2016, tendrá que auscultar muy bien la cabaña brava colombiana para reseñar lo mejor de la misma, presentándole al aficionado que invierte un dinero importante, algo de óptima calidad por lo menos en lo que concierne a presentación del ganado, pues nadie puede garantizar la bravura y comportamiento de los toros en el ruedo.
Si bien es cierto se contó con sobresalientes figuras del toreo, también es cierto que quizás por pagar algún favor, se coló un embuchado que dejó mucho que desear habiendo toreros de niveles mucho más altos.
La corrida de ocho toros para compensar los cupos de los extranjeros fue larga, tediosa, aburridora e interminable. Hay que aplicar justicia para quienes triunfan en la corrida pre feria y dejar un puesto libre en la de colombianos de feria para quien triunfe en la pre, viéndose estimulado sin cerrar el cartel abruptamente como se hizo, repitiendo de manera injusta un torero que ya había pegado un petardo el 6 de diciembre, ratificándolo el 25 y quedándose por fuera el que cortó la oreja.
Finalmente habrá que hacer una valoración concienzuda de quienes ocuparon el palco presidencial que fue criticado duramente por aficionados y medios especializados por excesos y defectos, concediendo vueltas al ruedo a toros que no lo merecían, orejas que no tenían por qué concederse, música que no tenía por qué sonar o sonando a destiempo y desatinos en los cambios de tercio sobretodo en la actuación del rejoneador, poniendo en entredicho la categoría de la plaza como de primera.
Esperamos no molestar a nadie con éste articulo pero sí de manera muy respetuosa, tomarlo en cuenta para buscarle soluciones a los errores y desaciertos en los que se pudo incurrir, aplicando los correctivos necesarios para volver a hacer de la Feria de Cali la más importante de América taurina.
Se espera el balance financiero del serial taurino 2015 para conocer si hubo pérdidas o ganancias en la celebración de los seis festejos, revelándose la venta de los parqueaderos aledaños a la plaza que dejan en caja la suma de 75 mil millones de pesos, predios en los que se construirá un enorme centro comercial, negociación que después de dimes y diretes se logró cristalizar afortunadamente.