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Siempre hemos considerado que la Fiesta Brava, “Los Toros” son apátridas y apolíticos . El toro español no muge de distinta manera que el mexicano, colombiano, peruano, ecuatoriano; su idioma no tiene lenguaje y, sus pitones hieren lo mismo en cualquier idioma.
¡Nada hay más democrático que una plaza de toros!. En las misma gradas se sientan los que tienen millones y los que han ahorrado por mucho tiempo para pagar un boleto. Una vez sentados en los graderíos; todos somos taurinos, a todos nos une la misma pasión y ¡nadie se fija si las gafas o el reloj del vecino son de marca, solo nos fijamos en lo que comenta y opina!.
Cuando las “manos negras” de la política, utilizaron la Fiesta Brava como cortina de humo para bastardos intereses políticos, lo advertimos; nada menos que en el seno de la Asociación de Periodistas Taurinos del Ecuador, ¡nadie nos escuchó!.
De alguna manera nos refugiamos en la triste idea de que “solo” teníamos que luchar contra el inmenso e inmisericorde aparato estatal del gobierno correísta pero… ¡estábamos equivocados!. El cáncer de la política ya atacó a los ejecutores de la Fiesta Brava en el país.
Un país que tiene a lo mucho diez ferias al año, ¡NO PUEDE, NI DEBE; dividir su Asociación de Toreros, Banderilleros y Picadores en dos fracciones!
Hemos hablado con portavoces de los dos “bandos”; cada uno tiene puntos importantes que, a nuestro humilde parecer; solo necesitan un mediador.
De hecho, (a nuestro criterio), la base de todos los problemas es que, los “bandos” están dirigidos por personas directamente involucradas con el acontecer taurino ecuatoriano y consideramos que; al frente de esa institución tiene que haber un aficionado de “postín” que no sea “juez y parte”. Es justamente el hecho de que las dos fracciones tienen un “juez y parte” involucrado lo que vuelve tan enrevesado este asunto.
Tenemos la Feria de Ambato a las puertas y, como aficionados y como cronistas no podemos dejar de demostrar el terror que nos da de que, las cuadrillas para Ambato sean las mismas que las de Machachi.
Oportunamente pasamos la crónica de lo ocurrido en la plaza portátil de Machachi. Todos los toreros merecían ser vistos, el ganado; ¡pues nada!, era como todo ganado, sin garantía de “funcionamiento”. Pero; todos sabemos que un porcentaje importante de la faena de un torero descansa sobre los hombros de sus subalternos, de aquellos que moldean y dirigen las primeras embestidas del toro, de aquellos que tienen a punto todo lo necesario para el tercio de varas, de aquellos que están, prestos al momento de apuro y… ¡en Machachi, más allá de “El Patatas” y Sanmiguel Torres, el resto fue simple y llanamente deplorable”.
Tras la imperdonable intromisión política en la Fiesta Brava en Ecuador, quedan dos plazas de primer nivel; Ambato y Riobamba.
La Fiesta tiene ya de por sí y ante sí, demasiados enemigos externos cómo para que, ahora; los de “dentro, tomen por la calle de en medio”
Consideramos que cuando las dos fracciones lleguen al acuerdo de que la Asociación (una y única) sea manejada por algún taurino de peso pero, sin ataduras a ninguno de los dos bandos; las cosas podrán arreglarse y solo preguntamos:
¿Aman lo suficiente a la fiesta los líderes de ambos bandos como, para dar un paso atrás y comenzar a remar hacia un mismo destino?.
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