Qué cosa más curiosa.
Una agrupación taurina, la Unión de Mexicana de Toreros, protestó porque en la corrida inaugural de la plaza México actuaron dos extranjeros y un mexicano.
Lo curioso es que esa agrupación, ahora dirigida por el matador Miguel Ortas Miguelete, fue creada por Rafael Herrerías para diversos fines, precisamente uno de ellos para que en la plaza México pudieran actuar dos extranjeros y un mexicano.
Como la relación de Herrerías y la Asociación de matadores que dirigía Antonio Urrutia, era pésima, nunca se autorizaron ese tipo de carteles. Ni tardo ni perezoso el ex empresario, que forma su propia agrupación con toreros de su confianza.
La sede de la nueva asociación se ubicaba en la avenida Augusto Rodan número 241, en la colonia Noche Buena, nada menos que la dirección de la plaza México. Al grupo se le conocía como la asociación de Herrerías.
La famosa carta
La situación presente es diferente. Todo indica que la relación actual entre la Asociación de Matadores que preside Paco Dóddoli y la nueva empresa de La México, es buena, por eso fue que se dio la autorización para que la empresa ofreciera el cartel de dos foráneos y uno local, se anuncia otro más.
Carteles de más extranjeros que mexicanos, se ha dado en algunas ciudades, no muchas. La Asociación de Matadores, en época de Toño Urrutia lo permitía, lo condicionaba con que en la plaza de la ciudad correspondiente se efectuaran determinado números de corridas o novilladas; evidentemente con más mexicanos.
Se dice, o decía, que todos los profesionales salían beneficiados.
Miguelete, sigue despachando en la colonia Noche Buena, pero ahora en la calle de Holbein número 502.
El matador Miguel Ortas, quien durante varios años fue parte de la organización de las novilladas en La México, que, inclusive, colocaba toreros sudamericanos, este año no lo hizo. Pareciera que la relación de la Unión Mexicana de Toreros con la empresa del coso más grande del mundo, no es tan estrecha como antes.
El caso es que Miguelete entregó un escrito en la delegación Benito Juárez en el que se menciona la violación de algunos artículos de la Ley de Espectáculos de la Ciudad de México. La delegación le dio la razón y ahora va a multar a la empresa porque en la corrida inaugural hubo dos fuereños.
Sorprenden una par de situaciones
Una, que una agrupación fundada para que se permitiera más extranjeros que mexicanos, ahora trate de impedirlo con el argumento de defender a los toreros mexicanos y no permitir que a éstos se les excluya.
Dos, que la delegación otorgue el permiso para que se realice la corrida inaugural y ahora los multe porque la dieron. ¿Pareciera que están chaletas?
Al parecer la corrida del domingo 11 de diciembre para Morante, otra vez Manzanares y la confirmación del tlaxcalteca Gerardo Rivera, no se efectuará, al menos que nuevamente concedan permiso y luego los multen.
Independientemente del lio de la multa y de la carta, la situación es que se les da oportunidad a los diestros españoles sin ton ni son. Al menos los dos extranjeros que torearon el sábado en el coso capitalino son importantes en España; pero traen a ruedos mexicano algunos que no aportan nada y no meten ni un alma a la plaza.
Qué demonios pasará. O los empresarios les cobran por venir a torear, o tienen compromisos de cualquier índole y corresponden trayendo diestros desconocidos para el grueso del público, que posiblemente tienen oficio y saben torear, pero no conmueven a nadie.
Para toreros desconocidos e insípidos de otro país, mejor mexicanos, que también los hay.
Acá se le sigue poniendo alfombra roja a todo mundo, lo merezcan o no. Entiendo a los que valen la pena, pero a los otros.
Queda muy claro: España para los españoles, México… también.