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Pla Ventura  
  España [ 17/12/2016 ]  
COBRADIEZMOS

Victorino Martín no sabía, ni por asomo, todo lo que daría de sí el toro Cobradiezmos cuando lo estaba criando. Son innumerables los que ha criado este ganadero ejemplar pero, en el caso del animal citado, creo que pocas veces un toro ha hecho correr tanta tinta como Cobradiezmos. Dada su grandeza, su bravura al más alto nivel, el toro del ganadero de Galapagar fue indultado en la feria de Sevilla, al tiempo que le proporcionaba un triunfo apoteósico al diestro Manuel Escribano.

Que un toro, por su bravura, por su estirpe, por el juego que ha dado en la plaza, por otras muchas razones que logre que los humanos empuñemos la pluma para ensalzarle, eso es todo un milagro porque, como se sabe, endiosamos o criticamos a los toreros, los que se juegan la vida, los que logran el éxito o el fracaso; pero que un toro, repito, nos mueva desde lo más profundo de nuestra alma para cantar sus virtudes, eso resulta excepcional; claro  que, de excepciones sabe mucho Victorino Martín que, feliz y dichoso cuida a este toro como si de un hijo se tratare.


Cobradiezmos, el toro referente de la temporada criado por Victorino Martín

La grandeza del toro bravo raya hasta en el indulto, caso único en la historia de cualquier raza animal que, todos ellos, sin distinción, son sacrificados por el hombre. Ante ello, resulta inaudito que, muchas gentes, ciegos porque no quieren ver, no son capaces de entender el gran mensaje que nos entrega el toro bravo como tal. Primero que nada, hagamos hincapié en lo más trascendental del toro de lidia puesto que, como sabemos, vive cinco años a cuerpo de rey con todas las prebendas que un animal pudiera soñar, algo que ningún otro animal disfruta. Luego, como sabemos, acude a la plaza para matar o morir y, lo que es mejor, hasta para permitir que un hombre pueda crear arte mediante el transcurso de la faena. Todo un rito excepcional el que produce el toro de lidia. En la arena, como sabemos, todo discurre mediante la épica que el toro es capaz de crear y, en ocasiones como sucediera con Cobradiezmos, hasta que se le perdone la vida.

El indulto no es tarea baladí; primero porque el toro salva la vida y, más tarde, una vez curado de sus heridas, queda en el campo para darle continuidad a su especie, algo grandioso que no se puede comparar con nada ni con nadie, de ahí el gozo del ganadero, del torero y del público que ha pedido que se le indulte. Este rito ancestral debería ser entendido por todo el mundo puesto que, como decía, los ciegos de mente no lo quieren ver; si tenían que ver, dichos “ciegos” cómo se mata un cerdo, una gallina, una vaca; cualquier tipo de animal tiene una muerte horrible mientras que, el toro, como rey de la dehesa, además de vivir como un rey muere como un héroe, esa es la diferencia del resto de los animales.

Los defensores de los animales deberían, ante todo, defender al toro de lidia dadas sus condiciones en las que vive y muere. El toro si merece todo tipo de defensa; todos los animales mueren, es decir, son sacrificados por el hombre y, como antes apuntaba, nadie se rasga las vestiduras ante la crueldad que podemos ver en cualquier matadero. Por el contrario, los defensores de los animales no les he visto jamás frente a un matadero impidiendo el sacrificio de los animales que, repito, son muertos de forma cruel y sanguinaria. Erróneamente, los llamados defensores del animal, son tan torpes, tan ingenuos, tan bobos que, teniendo al toro de lidia como estigma para la auténtica defensa, es al que repudian porque no quieren que muera en la plaza defendiendo cara su vida y, en ocasiones, hasta ganándole la batalla a su lidiador.


Otra imagen del toro que ha sido un icono en la temporada

Ya vemos que, los “defensores” del toro de lidia quieren impedir que éste muera en la arena; prefieren que sea asesinado el toro de mala manera, a traición y de forma cruel en un matadero. Esa defensa es lo que entendemos por ignorancia puesto que, repito, invito a todos los defensores de los animales que se personen en un matadero, que observen y, sin son lógicos y coherentes, tras ver dicho “espectáculo” seguro que abogan por el toro de lidia, por su vida y por su muerte.

Aquí vemos, en la foto expuesta, al toro Cobradiezmos, uno de los pocos ejemplares que, por su bravura, casta y riqueza como animal ejemplar, sigue vivo en la dehesa. ¿Sabemos de algún que otro animal que se le haya perdonado la vida? Todos mueren en la oscuridad de un matadero, a traición para que nadie lo vea porque, de verlo, repito, es el espectáculo más bárbaro y cruel que un ser humano pueda presenciar.

Confiemos en la procreación de Cobradiezmos para que salgan toros de su estirpe para gloria de la fiesta, de los toreros, de los aficionados y, ante todo, de los que denostan la grandeza de este animal único en su especie y en el mundo.

Foto: Victorinomartin.com

 
   
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