Lamentamos la acción terrorista de Bogotá de la semana pasada. Anuncia un radicalismo del movimiento animalista, haciéndose fácilmente eco a otros de la misma índole, como los actos lamentables que aparecieron en Francia estas últimas semanas.
Por ejemplo, a principio de este mes de febrero, varias personalidades del mundo taurino francés recibieron cartas con un dispositivo de láminas de afeitar colocadas en la apertura de los sobres, destinadas a herir a los que los abrían. De hecho el tesorero del Observatorio nacional de las culturas taurinas (ONCT) resultó herido en sus dedos al abrir uno de estos correos.Cartas antitaurinas con hojas de afeitar
Otros fueron enviados a Simón Casas, al torero Juan Bautista y casi todas las empresas de las grandes plazas de toros francesas, de Bayona a Béziers, de Arles a Vic y tantas otras.Basta ya la tonteria y el terrorismo antitaurino...
La FSTF emitio ayer un comunicado de apoyo a las victimas de estas cartas
El joven matador retirado Julien Lescarret también recibió las suyas y además fue víctima en enero y por 4ª vez, de un acto de vandalismo en una de sus tiendas Viandas de Salamanca, en Burdeos, suceso que firmó el Frente de Liberación Animal (ALF por sus siglas en inglés, movimiento ultra izquierdista, lo contrario nos hubiera extrañado).Fachada de la tienda 'Viandas de Salamanca' en Burdeos, 08/01/2017
Estos actos no son novedosos, pues hubo el mismo modus operandi en Francia con estas cartas en el 2006, sin que nadie fuese detenido. Bomba hubo también a fines de los década de los 80 del pasado siglo tras la apertura de la ahora desaparecida plaza de toros Goya de Burdeos-Floirac.
Lo que pasa ahora tiene también que ver con este mundo del flujo inmediato de la información electrónica. El radicalismo de unos da coraje a otros y se globalizan estos actos, de moda en el mundo animalista tras lo acontecido en Barcelona con el cierre independentista de la Monumental.
A las autoridades públicas de resolver rápidamente los casos que se les presentan. De lo contrario, ¿qué pasaría? Imagínense a los débiles políticos que nos gobiernan. Muchos de ellos bajan sus pantalones a poco que un terrorista les amenaza. ¿Tendremos los aficionados que firmar algún día un vergonzoso Acuerdo de Paz con estos peleles terroristas? Ni pensarlo.
La afición se merece más respeto. Lo mismo pedimos a los taurinos quienes tienen que barrer frente a sus propias puertas antes de que este cuento ya no sea.