Cuando todos creíamos que Simón Casas iba a dar un bombazo que se escuchara al otro lado del mundo al respecto de los carteles de Madrid, al final, todo ha quedado dentro de la más absoluta normalidad; no existe un solo cartel que se pueda calificar de explosivo, sencillamente, como digo, porque todos están cortados por el mismo patrón; es decir, de lo que hay se ha hecho la feria que, si se me apura, no es poco.
No es menos cierto que, sabedores de la sagacidad del productor francés, todos esperábamos algún cartel que traspasara fronteras, por ejemplo, un mano a mano de Curro Díaz con Morante frente a una ganadería encastada. Ese hubiera sido el cartel de enorme tirón pero, Morante es como es y no le hace la puñetera falta acudir a Madrid salvo en la corrida a modo en la que se le ha incluido, por cierto, fuera del abono de San Isidro.
Juan Mora, arte puro, siempre consentido en Madrid
No cabe ninguna crítica despiadada porque, dentro de todos los males, Simón Casas ha impartido justicia. Sin que él fuera el empresario el año pasado, ha tirado de memoria y ha contratado a todos los que triunfaron el año pasado puesto que, acción tan maldita como la que le hicieron a Curro Díaz el año pasado que, tras salir en hombros en la corrida del domingo de Ramos en Madrid, no contaron con él para la feria; así, durante dos años consecutivos. Casas, ha reparado el desprecio al que fue sometido Curro Díaz en Madrid durante dos años, algo que los aficionados debemos de agradecerle.
De igual modo tenemos muchas confirmaciones, algo que debemos de celebrar por los chicos que confirman, lo digo porque hace un par de años en Madrid no confirmó ni Dios; hubo un complot entre las figuras y la empresa y no permitieron que nadie confirmara.
Por supuesto que, a la hora de los carteles todos tenemos un empresario dentro que lo haríamos mejor que el titular; algo así como en los entrenadores de fútbol a la hora de sacar el equipo. Para gustos, colores, no cabe otra opción.
Frascuelo, como último romántico del toreo merecía su oportunidad
¿Ausencias? Si se me apura muy pocas pero, por su torería inacabable la empresa debería de haber contado con Juan Mora, todo un referente en la plaza de Madrid. Desconozco si han tenido contactos, pero la gran verdad es que a Juan Mora sí le echamos en falta. ¿No se le ha podido dar un puesto a Frascuelo? Pues no. Y nos consta que Carlos Escolar Ruíz tuvo conversaciones con la empresa y sus allegados pero, no ha estimado oportuno darle un puesto a un hombre que, posiblemente, en trances de retirada, tanto lo hubiera agradecido.
Eso sí, nadie encuentra explicación para que nos cuenten los méritos que han hecho para estar en la feria Rivera Ordóñez y Dávila Miura; eso sería tanto como decir que hubiera querido reaparecer Emilio Muñoz y le concedieran el honor de estar en la feria. ¿A santo de qué? Diría todo el mundo. Pues esa es la cuestión con los diestros antes citados que, como se demuestra, quitan dos puestos de dos toreros que, con toda seguridad y merecimiento deberían de estar en la feria, caso de Frascuelo y Juan Mora, por orden de antigüedad.
Simón Casas ha hecho la feria que tenía que hacer y, en su honor, ausencias citadas al margen, hay que felicitarle por la confirmación de todos los chavales que tienen algo que decir y, sin duda, por incluir a todos los diestros que, el pasado año, en Madrid, dijeron cosas importantísimas. ¿Los mexicanos? Solo se ha contratado a Joselito Adame cuando el plantel de diestros aztecas es muy amplio.
Es cierto que, los triunfos en México no calan en España porque si los éxitos se propagaran, con toda seguridad, Diego Silveti, por la gracia de sus triunfos en México debería de haber sido incluido en dicho serial, el más grande del mundo. Y además de Silveti hay algunos diestros mexicanos que se les debería de haber invitado a dicha feria; ahí están Sergio Flores, Fermín Rivera, Arturo Macías y algunos más que, por méritos propios deberían de haber estado en Madrid.