El mundo está lleno de personas que se jactan, presumen mucho y a la hora de la chiquita, nada hacen ni aportan, tal cual presumidos pantalleros, figurines de poca monta, de lo que irremediablemente no se escapa nuestra Fiesta Brava en Venezuela, en el difícil camino que transita ante la actual coyuntura socio política económica que atraviesa el país.

En tiempos de feria taurina, en actividades en la que se involucre la Fiesta Brava, surgen estos presumidos pantalleros, que les encanta arrimarse para figurar, arropándose con la imagen de otro ya que la de ellos no les llega ni a los garretes, se dan de grandes aficionados taurinos pero llegado el momento de requerir de sus servicios para impulsar lo taurino, los fantasmas se quedan pendejos al lado de ellos, porque aparecen y desaparecen en un santiamén.

En estos tiempos de crisis que afecta considerablemente a lo taurino, cansos de estos presumidos pantalleros de pacotilla, a los que ni sus silfies les llena y para estorbos, que más que los adversarios con su trillada cantaleta, junto a los que dentro y afuera del mundo del toro venezolano, generan falsas expectativas engañando a la afición taurina, haciéndole más daño a nuestra Fiesta de Los Toros.  

Muchos pocos hacen mucho por el mantenimiento, defensa, fortalecimiento de la Fiesta Brava en Venezuela y pues nada, los presumidos pantalleros dentro de ella, pal monte con todos ellos, punto redondo y olé.