Una cosa es criticar en bien, otra cosa es criticar destruyendo, ofendiendo, usurpando identidades, más cuando sin tener moral para ello se interpone la adversación visceral personal, amparándose en una indigna cualidad comunicacional muy propia de elementos de ruin bajeza, tal y como hoy día y desde tiempo atrás, deben soportar quienes, con o sin errores, de una u otra forma tienen la responsabilidad de encausar y dirigir, el buen desarrollo la Fiesta Brava en Venezuela.

En este país en el medio taurino comunicacional y perdonen la expresión, tenemos la mala leche de soportar a dos o tres, de ruin bajeza cuya mala tinta les sobra de cabeza a pies, detractores de todo, nada les es bueno así sea bueno o medio bueno, poco les importa si hacen daño moral a quien (es) atacan miserablemente, sea personal o institucional, ocasionan daño a nuestra Fiesta Brava que en estos tiempos de crisis, bien vapuleada y mancillada está por estos elementos que solo provocan asco y al que le caiga el guante que se lo plante, que dudo lo hagan porque ni verguenza tienen para ello.

Ruin bajeza la de estos. No merecen ni el respeto de mencionarlos con nombre y apellido, dirían mis paisanos es que ni los trapos que usan les quita el asco que provocan y tiempo es ya, sin miedo y con firmeza, de desecharlos de la Fiesta Brava Venezolana, no tienen sitio ni oficio en ella.