Ignoro si en otras partes del mundo, pero en México, el 30 de abril se festeja el día del niño. Un buen motivo para felicitar a todos los chicos, sean aficionados a los toros o no lo sean.
Existe la absurda idea de algunos diputados de hacer leyes que prohíban la entrada a los niños a las corridas de toros. Esos legisladores se creen hechos a mano, son una especie de seres humanos soberbios, omnipotentes; sin importarles lo que quieren los niños y sus papás, se sienten con el derecho de decidir por todos.
Los chavales y, sobre todo, los papás, saben lo que a la familia le conviene, el tipo de espectáculos a los que pueden ir, el tipo de cine y lectura que conviene, es absurdo que legisladores, algunos de ellos ladrones y analfabetas, les digan a los papás dónde pueden llevar a sus hijos.
Museo Taurino de la ciudad de Huamantla
Ésta es la opinión de una socióloga con respecto al tema de llevar a los niños a las corridas de toros.
“Torear es un acto de amor, no es un acto de violencia, hay violencia intrafamiliar, violencia en los video juegos y en el lenguaje de la vida diaria”.
¿Hay sangre, hay muerte, eso es dañino para los niños?
“No, porque la vida es una dualidad, es un reflejo de Eros y Tanatos, el ser humano es vida y muerte”.
Fueron las palabras de Mary Carmen Chávez Rivadeneyra, socióloga, investigadora taurina y mamá de dos adolescentes estudiosos, que no son delincuentes, desde niños han asistido a corridas de toros.
La profesionista mencionó que en el colegio donde estudiaron sus hijos la primaria, ella les habló a los niños de la fiesta de los toros.
“Fue una iniciativa que tuve el año pasado en el colegio Madrid de la ciudad de México porque los niños no conocen el toreo, hoy en día lo más importante es informar no deformar, lo van conociendo con esa naturalidad de la vida, van entendiendo la fiesta y el toreo. Al final de las pláticas algunos papás me han preguntado, ¿en dónde compro los boletos?, un día un niño se acercó y me dijo: maestra, usted me puede llevar el domingo a la plaza”.
Continuó diciendo, “ese colegio tiene una apertura ideológica muy grande con mucho soporte cultural, yo hice la propuesta porque el colegio permite que cada padre, de acuerdo a su rol social y su actividad profesional, puede ir a hablar con los niños acerca de su trabajo”.
Museo Taurino de la ciudad de Huamantla
Cuando un chico ve a un torero herido y éste es capaz de levantarse para seguir toreando, los chavales aprenden una lección de valor y de tenacidad, no hay que rendirse ante las adversidades.
Las corridas de toros son ejemplos de vida. Muchas madres que desconocen las bondades del toreo, quizá no permitirán a sus hijos asistir a una corrida de toros, es entendible que tratando de proteger a sus hijos lo impidan. Pero las madres que sí conocen lo que es la fiesta de los toros, no tienen empacho en llevar a los chavales a ver una corrida de toros, saben que no se harán violentos los niños.
Ojalá los diputados legislen para que mejore el país, que se olviden de demagogias y populismo, que sean los papás quienes decidan a qué espectáculos llevarán a sus hijos. Por lo pronto, a toro pasado, desde esta trinchera decimos: felicidades a los niños taurinos.
Fotos: Jaime Oaxaca.