S.I.17.- La tarde ha estado marcada por el ¡Que no, que no! Que el Sr. Presidente, Sr. Cano, le ha dicho y mantenido a El Fandi durante el desarrollo del festejo. Se lo dijo en su primero, cuando le pidió poner un cuarto par de banderillas. Se lo dijo puesto en pie al torero granadino que no lo entendía, la gente y yo tampoco lo entendimos.

La tarde quedó así marcada por esa decisión inédita en los tercios que protagonizan los matadores banderilleros. Había fallado en el tercer par, que cayó una banderilla, y era hasta lógico que pidiera redimirse. No le dejó.

Pero ese ¡Que no, que no! tendría continuidad en el cuarto aunque no en el tercio de banderillas. Se desquitó El Fandi poniendo cuatro pares, si bien el tercero fue doble y lo ejecuta con cierta frecuencia el de Granada. Con los dos pares en la mano, pone primero uno al violín y posteriormente al cuarteo el otro a dos manos. La plaza le ovacionó este tercio más logrado que el anterior. Después brindó al respetable y de hinojos comenzó la faena a derechas, por redondos y propiciando un más que circular que tuvo su mérito haciendo girar al toro más de 360º en torno a él arrodillado.

Un alboroto montó El Fandi iniciando así su primera faena

El toro fue bueno, el mejor de una tarde donde los fuenteymbros no fueron como para sentirse a gusto el ganadero ni sus lidiadores, y El Fandi toreó más templado que nunca, con  muchas ganas pero también con mucho temple y largura. Terminó por manoletinas, otra vez de rodillas, y cerró con una estocada ligeramente desprendida. Se pidió la oreja pero una vez más desde la presidencia imperó el ¡Que no, que no! Fuerte ovación que recogió el diestro desde el tercio, visiblemente contrariado.

Garrido también ha estado a buen nivel en su primero, con muletazos ligados, rotundos y encajado el torero, pero mal con la espada. Una apasionada tarde del joven diestro que ha querido puntuar en todo momento en su última tarde en la feria. No ha logrado lo que perseguía, ese afán y esas ganas han quedado claras, y sigue siendo un diestro al que se le ve progresión y hay ganas de seguirle viendo. En el último, otro marrajillo, no hubo opción.

Perera cumplía su primer paseíllo y, a pesar de su conocimiento de la ganadería, no ha podido lucir. Bastante ha hecho con imponer y saldar la tarde con tesón y oficio. Más con el áspero quinto que le cupo en suerte, al que logró robar algún natural.

Tarde con matices, como todas, pero sin triunfos rotundos. Como la fe no se puede perder, mañana será. Viene Fandiño y vuelven dos toreros, Curro Díaz y David Mora, a los que se les ha pitado, creo que por encima de sus deméritos, en su anterior comparecencia. Mañana toca que las lanzas se vuelvan cañas.

Foto: Plaza 1