Conmoción general ante la cogida a Francisco José Espada

Así sucedió al ver la espectacular cogida del madrileño Francisco José Espada, volteado muy feamente al entrar a matar y de la que se produjo una conmoción importante tras el golpazo contra el suelo y las distintas patadas que le propinó el toro en la arena. Y si el torero sufrió esa importante conmoción, el público quedó conmocionado igualmente.

Conmoción durante todo el festejo al ver el mal encierro de El Torero que se ha lidiado hoy, a cual peor y que nos hace pensar en otro sufrimiento igual para la segunda parte de la feria. Mansos, flojos y descastados a partes iguales. Nada ante ellos, o muy poco, se podía hacer, aunque tampoco los toreros hayan estado a la altura de las circunstancias. Ni el toricantano, ni su padrino Adame, ni el reciente triunfador Ginés Marín, a quien incluso le hemos visto atropellado y en muchos momentos a merced de su segundo, han conseguido conmover más allá de la cogida del confirmado y el capítulo final.

Nos quedaba esa conmoción final y es la que se ha producido cuando Joselito Adame, tras de un trasteo irregular, mejor con la izquierda que con la derecha, ha tirado la muleta a un lado a la hora de entrar a matar. Las únicas herramientas sus manos, una para citar y la otra con la espada para matar. Eso ya conmovía, pero mucho más cuando ha sido prendido en el encuentro y tirado al suelo con fiereza por el toro, quien herido de muerte se ha desplomado encima del mexicano. Por suerte solo han sido sus piernas las aplastadas, de haber sido el cuerpo si que hubiera quedado aplastado por los más de 500 kilos del cornúpeta. Ese final tan conmovedor le ha valido una oreja.

Conmoción ante esta inesperada imagen: el toro cae muerto encima del torero