S.I.17.- Tras las dos salidas anteriores a hombros de las tardes de rejones, esperábamos hoy que se produjera la tercera. Y así ha sido, Sergio Galán la ha abierto tras cortar tres orejas a la corrida de Fermín Bohórquez. Completa las salidas previas de Diego Ventura y de Ventura y Leonardo Hernández juntos.

Sergio Galán, una vez más, abrió la puerta grande de Madrid

Un encierro que ha manseado bastante y que ha impedido que Pablo Hermoso de Mendoza pudiera haber tenido opciones de acompañar al conquense. También Lea Vicens hubiera tenido oportunidad si su primer toro no hubiera manseado hasta los límites de la mansedumbre.

En conjunto se han tenido que emplear los tres contra esa dificultad, si bien Galán ha tenido enfrente en primer lugar un gran toro, el único que ha permitido que la faena elevara cuotas de importancia. Así lo ha hecho el conquense sin su toreo sobrio y sus monturas tan dispuestas a realizar en cada momento lo que su jinete les ha pedido. Un rejón certero de muerte le abrió ya la puerta grande al cortar dos orejas de ese gran toro.

Luego, para cortar la otra, ha hecho falta su habilidad para sacar de la querencia al toro y también contar con el favor de un público que ya se le había entregado en el tiro anterior. Suerte también con el pinchazo hondo que ha terminado, inesperadamente, con el burel. Otra oreja para rematar la tarde.

El caballero navarro no ha tenido suerte con el lote. Su primero se acabó tras el primer rejón de castigo. Inopinadamente se paró y no hubo manera de lucir en banderillas. El otro, manso aquerenciado, tampoco le ha permitido conectar con los tendidos a pesar de su capacidad para clavar cercano a tablas todas las veces.

Lea Vicens si se puede sentir contenta con la oreja cortada, pero también con salir indemne del percance sufrido en su primero. Montando a Jazmín ha sido derribada, cayendo amazona y montura a merced del toro, quien ha tirado cornadas a los dos. La suerte ha estado de su parte. Se sobrepuso y acabó con él. El público guardó sus emociones para devolvérselas en el último y premiarla con un trofeo.

Se acabó la feria para los caballos toreros y solo nos queda el legendario hierro de Miura para cerrarla. Esperemos que no se produzca otro chasco como los que ya llevamos encima. Nos merecemos un final feliz.

Foto: Plaza 1