Sin pretender echar de lado lo acontecido en los últimos meses en este país, sumido ahora como sí nada, en veloz campaña electoral, la vida sigue su ritmo y rumbo, por lo que el hecho de mantener latente el acontecer taurino venezolano, el rodaje profesional de matadores de toros y novilleros en otras latitudes, no implica pecar de olvidadizos, de hacernos de oídos sordos y vista gorda, ante la realidad que tenemos por delante, de la que no se escapa nuestra Fiesta Brava.
Insisto, en tiempo de crisis se crece y si de pecar hablamos pues pecados más gordos hay en el país, a los que muchos si se hacen de oídos sordos, por lo que guste a quien le guste, no hay que abandonar nuestra pasión y afición taurina, como muchos desean.
Que la situación socio económica política es grave en Venezuela, que la masa no está pa' bollos, cierto es pero, ¿entonces nos echamos a morir? ¿nos delastramos de todo lo que nos apasiona?, como lo es lo taurino y darle gusto a detractores intolerantes que nos tildan de pecadores, nada que ver y repito, pecados más gordos hay en el país y todos felices y contentos, como sí nada.
Defenderemos e impulsaremos la Fiesta Brava hasta el último aliento de vida, por nada ni por nadie dejaré de hacerlo, es mi afición y pasión de por vida, espero que el resto de taurinos en Venezuela entera, así lo sienta, punto concluído y olé.