No torearán en Acrópolis el próximo sábado Jerónimo, ni Sergio Flores, ni Cartagena, ni podremos ver los Josejulianes que seguro vendrían bien presentados; a cambio, ahí mismo, el primer domingo de marzo luchará El Fantasma, exponiendo su máscara ante el Texano.
En un boletín publicado en las redes sociales, firmado por la empresa que vende boletos por internet, anunció que por cuestiones de logística, colocación de tablas, humedad y creo que algo más, decidieron que cancelarían la toreada.
No sólo se trata de la cancelación de un festejo taurino. Mucha gente dejará de percibir ingresos el 17 de febrero, porque las corridas de toros generan derrama económica. Nadie venderá cemitas, ni pagará un taxi, tampoco comprarán cerveza o refrescos, no habrá pago por consumo de electricidad, no percibirán honorarios boleteros, taquilleros; cocineros, meseros de los restaurantes de Acrópolis. Nadie ganará un centavo.
NI una ni otra
Vaya mala racha, en el tema de la tauromaquia, que ha sufrido la ciudad de Puebla durante los últimos 13 años. Se han combinado la mala voluntad, ineptitud, poca vergüenza, irresponsabilidad, cinismo, de empresarios y gobierno del estado.
De 2005 a 2010 el ganadero José María Arturo Huerta recibió como premio El Relicario, únicamente por apoyar la campaña política de Mario Marín, el góber precioso. Pepe Huerta fue el empresario aquel sexenio, denigró la fiesta como nadie lo ha hecho en Puebla, fueron seis años de deshonrar la tauromaquia, los buenos aficionados dejaron de asistir al embudo.
Llegó Rafael Moreno Valle, propietario de Puebla durante el sexenio comprendido de 2011 a 2017: el toro volvió a aparecer en el ruedo, eso es cierto, pero la ineptitud del gobernador impidió la continuidad para que los empresarios manejaran el coso a su conveniencia.
Por ejemplo, la puja para la primera feria la dio al cuarto para las 12. Después le dio un contrato a Protauro por un año con demasiadas limitantes, el propio gobierno terminó incumpliendo.
Los siguientes años a cuenta gotas soltó El Relicario, solo se realizaban dos o tres corridas durante la feria, los aniversarios de noviembre dejaron de celebrarse.
El Relicario, es una plaza de toros que en el año de 1988 José Ángel López Lima regaló a los aficionados de la ciudad de Puebla, no al gobierno. La última corrida en el coso de Los Fuertes se efectuó el 5 de mayo de 2016.
Toda la información.
Surgió Acrópolis, un centro de espectáculos acondicionado para ofrecer corridas de toros, se inauguró taurinamente en noviembre 11 de 2016. En 415 días más los cuarenta y tantos que llevamos de este año se han realizado tres corridas. La cuarta se suspendió.
Ante la poca actividad de Acrópolis, los aficionados pretenden que el gobierno les regrese El Relicario. Sin embargo, el área de Protección Civil del gobierno del estado, me consta, ha declarado que dicho coso no está en condiciones para que se realicen actividades masivas, desconozco qué mejoras requiere la plaza para ponerla a funcionar.
En noviembre del año pasado se realizó un festival en una plaza portátil en la zona de Angelópolis, un lugar ideal para montar ese tipo de recintos. Lamentablemente el festival no fue lo que se esperaba, las cosas se dieron mal. Quizá si se coloca nuevamente, la afición prefiera no asistir aunque organice corridas otra empresa.
La cuestión es que la fiesta brava de la ciudad de los Ángeles sigue cuesta abajo. No sé le ve la hebra a la madeja.
La feria taurina del presente año, pende de un hilo. Contratar toros y toreros requiere tiempo de anticipación y no se ve dónde pueda realizarse, quizá en Acrópolis, pero nadie tiene la certeza. Por lo pronto, el festejo anunciado para el próximo sábado resultó una falsa alarma taurina.
Foto: El Relicario de Internet. Foto Acrópolis: Jaime Oaxaca.